Sociedad

Crónica de una ruptura anunciada

El ministro Gabilondo dice que "no es una buena noticia para el país" pero anuncia que trabajará por lograr los compromisos incluidos en el texto pese a la ausencia del PP

La anunciada ruptura del pacto, presagiada por la ausencia de esta cuestión en la reunión mantenida ayer entre Rajoy y Zapatero, se materializaba a primera hora de la mañana en el ministerio de Educación. Allí, y en una entrevista de apenas media hora, la secretaria del PP, María Dolores de Cospedal adelantaba en privado al ministro lo que minutos después escenificaba en público en la sede de su partido en la calle Génova. Flanqueda por todos sus consejeros autonómicos de Educación, y Cospedal confirmaba que el PP no firmará el pacto y responsabilizaba al gobierno de la falta de acuerdo por no haber querido "reformar en profundidad un modelo -el de la Logse- que ha fracasado". Negaba Cospedal que en la ruptura haya influido la coyuntura política y aseguraba que el texto no recoge ninguna de las demandas de fondo del PP (garantía de la enseñanza del castellano, enseñanzas comunes para todo el territorio, cuerpos nacionales docentes o regular por ley la autoridad del profesor) y acusaba al gobierno de falta de vocación de cambio y ambición reformadora.

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Seis horas depués, ya por la tarde, era el ministro Gabilondo el que comparecía en el ministerio de Educación para asegurar que "la ausencia del PP es una mala noticia para el país" y para añadir que "aunque será más difícil, lento y posiblemente con menor alcance, el gobierno trabajará para cumplir con los 12 objetivos marcados en el documento del pacto educativo". Gabilondo, que ha desvelado que se han mantenido 12 reuniones con el PP y tres con la propia Cospedal, evitaba reproches directos al PP aunque sí afirmaba que a partir de ahora serán los ciudadanos los que deberán juzgar cuál ha sido la responsabilidad de unos y otros en el desenlace de esta negociación. El ministro añadía que no perderá un segundo en lamentos y anunciaba que este mismo mes convocará a las distintas mesas educativas para intentar alcanzar las medidas que se puedan plasmar en acuerdos. Gabilondo añadía que el Gobierno mantiene su compromiso de invertir 1.570 millones de euros en los próximos tres años para financiar las medidas incluidas en el texto.

Las objeciones al Pacto no sólo proceden del PP. Izquierda Unida y ERC ya habían anunciado, antes de la ruptura de hoy, que no suscribirían el documento por considerar que no apuesta suficientemente por la escuela pública y hace demasiadas cesiones a la escuela privada concertada y a la Iglesia. También BNG y UPyD han mostrado su rechazo mientras los grupos nacionalistas PNV y CIU se reservan su postura hasta dentro de unos días. Comisiones Obreras ha emitido un comunicado en el que valora algunas de las medidas incluidas en el texto aunque expresa "dudas razonables" sobre la suficiencia de la financiación propuesta y la defensa de los centros públicos. También añade que, sin la firma de las fuerzas políticas y las comunidades autónomas, no se dan las condiciones necesarias aplicar y desarrollar un pacto educativo, si bien muestra su disposición a negociar y consensuar acuerdos puntuales en otros foros de diálogo social.

Por su parte las principales asociaciones de padres, CEAPA y la católica Concapa, han expresado su disposición para seguir negociando

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