Brown dimite como primer ministro

El que hasta ahora era el primer ministro británico ya ha dejado el número 10 de Downing Street y se ha dirigido hasta el Palacio de Buckingham para presentarle en persona su dimisión a la reina Isabel II.

Tras la renuncia oficial de Brown, es el conservador David Cameron el encargado de forma un nuevo gobierno, tarea para la que previsiblemente contará con la ayuda del Partido Liberal Demócratas, la tercera fuerza más votada con la que lleva manteniendo conversaciones desde que se dieran a conocer los resultados definitivos de las elecciones del pasado jueves 6 de mayo.

"He informado al Consejo de la reina que tengo la intención de presentar mi dimisión", ha dicho Gordon Brown antes de abandonar la que ha sido su casa durante los últimos tres años con su mujer y sus hijos. "Por encima de todo quiero agradecer a Sarah su apoyo inamovible, su amor y el servicio que le ha prestado a nuestro país", ha dicho refiriéndose a su esposa.

Con su marcha terminan también los 13 años que los laboristas han estado al frente del gobierno británico, desde que Tony Blair ganara las elecciones al conservador John Mayor en el año 1997. "Ha sido un privilegio servir a la Nación", ha dicho Brown, "y he amado este trabajo, no por su prestigio, títulos o ceremonias, sino por su potencial para hacer este país que tanto amo más tolerante, verde, democrático, próspero y justo".

El que ha dejado también de ser líder del Partido Laborista, formación que quedó la segunda en número de escaños en los pasados comicios, le ha deseado "lo mejor" en su nueva responsabilidad al líder conservador David Cameron, quien cada vez está más cerca de ocupar el número 10 de Downing Street. De hecho, Brown ha asegurado que le va a trasladar a la Reina su deseo de que sea a él a quien Isabel II encomiende la misión de formar Gobierno.

Se espera que tanto Cameron como el líder liberal-demócrata Nick Clegg se reúnan en las próximas horas con sus respectivos grupos parlamentarios y que anuncien el acuerdo para formar Gobierno; acuerdo al que supuestamente ya deberían haber llegado.