Internacional
EL FARO DE PATIÑO

La pesadilla del sueño europeo

Consulta la revista de prensa internacional que hace el corresponsal de la SER en Francia, José María Patiño

Italia es el reino de los coches oficiales: 629.000, algunos de ellos "maseratis" último modelo. La cifra la ha aportado el ministro italiano de administraciones públicas y, según la comparación realizada por `The Economist, supone multiplicar por 10 la flota oficial de cualquier otro país europeo. Un ejemplo de despilfarro presupuestario al que Bruselas querría meter mano con su propuesta de vigilar los presupuestos nacionales. Una iniciativa que levanta suspicacias en Francia como han señalado en primera tanto `Liberation' como `Le Monde'. Para el primero, los "estados están bajo tutela" porque se invade su soberanía y considera "humillante" que "bajo el efecto del pánico financiero, se quiera instaurar a golpe de sanciones y controles" una Europa "del dinero y del conservatismo". Para el segundo, con su propuesta, Barroso ignora la lección que supuso el rechazo al Tratado constitucional en 2005, ya que "los pueblos europeos no están dispuestos a aceptar una federación pese a que es el objetivo lógico del compromiso adquirido hace 60 años. Pero menos aún un "federalismo tecnocrático".

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En 'Der Spiegel', el periodista Christophe Schwennick estima que la crisis del euro está a punto de acabar con la eterna utopía que supone la construcción europea. "Desde Maastricht, sostiene, Europa se está desintegrando. La casa ha ido creciendo y creciendo. Se han levantado añadidos aún sabiendo que los cimientos no estaban hechos para esas ampliaciones". A su juicio, la falta de voluntad política para avanzar hacia una Europa federal, con una mayor cesión de soberanía, ha convertido "el sueño europeo en una pesadilla".

Para Richard Haass, presidente del Consejo de relaciones Exteriores, esta crisis supone "decir adiós a Europa como potencia de primer nivel". En un extenso artículo en Financial Times, Haass sostiene que "la actual debilidad económica, el clientelismo político de cada estado y la falta de compromiso militar" en conflictos como el de Afganistán son las causas del desinterés acelerado de Estados Unidos en Europa y su pérdida de peso estratégico.

Nuevas guerras, mismas víctimas

Una nueva guerra se ha desatado entre Líbano e Israel, informa `Liberation?, "la del humus". El puré de garbanzos y aceite de oliva es objeto de controversia entre ambos países. 300 cocineros libaneses han cocinado 10.425 kilos de humus -la misma cifra que la superficie de Líbano- para reivindicar que se trata de un plato nacional y como respuesta a las 4 toneladas cocinadas cerca de Jerusalén. Pese a que el plato es de origen árabe, Israel se ha convertido en el principal exportador mundial.

Sin llegar a ser gastronómicas, las guerras están cambiando de naturaleza con la utilización de nuevas armas como los famosos "drones". En dos páginas, el diario `Le Monde' analiza estos pequeños aviones sin piloto que controlados desde Estados Unidos pueden matar en Yemen o Afganistán. Para Mary Ellen O'Connell, vicepresidenta de la American Society of International Law, "matar a distancia hacen la decisión más fácil" y su uso debería estar estrictamente enmarcado en un conflicto bélico pero prohibido para exterminar supuestos terroristas por parte de la CIA. El `New York Times' se pregunta incluso si "la utilización de los `drones? Predator en Afganistán no ha influido en la decisión de los talibanes de atacar, mediante coches bomba, en el corazón de Nueva York. La mayor presión que se está ejerciendo sobre la población con este tipo de armamento, está llevando al radicalismo a los talibanes moderados, según los expertos consultados por el diario estadounidense. De ahí, en parte, la aproximación entre Obama y Karzahi escenificada esta semana.

La esperanza, el elixir de la vida

Hay vida, hay esperanza. Los científicos nos anuncian, según recoge `The Independent' , que en 2012 serán capaces de fabricar medicamentos que alarguen la vida de los seres humanos. Jeanne Calment, el ser humano que más tiempo ha vivido -122 años, 5 meses y 14 días- aseguraba que lo debía al consumo de aceite de oliva, a sus vasitos de oporto y a su habilidad para estar siempre sonriendo. Sin embargo, desconocía que el origen estaba en su código genético. Los científicos han identificado las mutaciones en 10 genes como determinantes en la longevidad de los seres humanos y ya experimentan con diferentes sustancias que estarán listas antes de acabe la crisis.