Sastre recupera las opciones de victoria en el Giro de Italia
Petrov consigue la victoria en la undécima etapa de la vuelta transalpina
El corredor español Carlos Sastre (Cervélo) recibió por fin una alegría en el Giro de Italia, en el que ha recuperado todas sus opciones y se ha afianzado de cara al tramo decisivo de la carrera después de meterse en la escapada de más de 50 corredores que protagonizó la undécima etapa entre Lucena y L'Aquila y que ha cambiado el devenir de la ''corsa rosa'', donde ahora manda el australiano Richie Porte (Saxo Bank).
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No sólo fue una jornada positiva para el ganador del Tour de Francia de 2008, sino que también lo fue para su compatriota David Arroyo (Caisse d'Epargne), que también acertó a entrar en el grupo delantero y se sitúa segundo en la general a poco más de un minuto de la nueva 'maglia rosa'.
El ciclista talaverano, décimo en 2007 y undécimo en 2009, intentará ahora aprovechar su privilegiada posición para empezar a soñar con un podio que ahora no parece tan complicado como al principio. En cambio, el más favorecido fue el abulense, que había vivido diez etapas ''infernales'' en la primera 'grande' del año y parecía descartado para los puestos de honor. Casi diez minutos acumulaba de desventaja y, sobre todo, sin ofrecer sensaciones positivas.
Unas molestias en la espalda le habían lastrado estos días, y tras la etapa del martes, había advertido que se iba encontrando mucho mejor y en esta etapa encontró premio a su tenacidad. De estar a 9:59 por debajo de sus principales rivales, a mirarles por encima del hombro con una renta de casi tres minutos, en el octavo lugar de la general, aunque a más de siete minutos del liderato.
Y todo gracias a una de esas escapadas 'bidón', similar a la que permitió a Óscar Pereiro pelear por el Tour de Francia de 2006. Sastre anduvo bien colocado en el momento justo y se metió con una cincuentena de corredores más, entre ellos tres compañeros como Xavi Tondo, también con nuevas posibilidades, y otro aspirante como el inglés Bradley Wiggins (Sky).
El resto de corredores se despistó, dejó demasiado margen de maniobra y no se organizó, cayendo en una trampa, con el aderezo de un perfil escarpado y un día desapacible, con el viento, la lluvia y el frío castigando en la jornada más larga del Giro con 262 kilómetros. Así, la diferencia se disparó rápidamente hasta casi los 18 minutos. Por detrás, el trabajo no encontró los frutos esperados y la diferencia, con la buena colaboración de los de delante, no bajó de los diez minutos. Sastre olvidó sus dolores y tiró como el que más, sabedor de que el devenir de la carrera estaba cambiando.
En el tramo final, los ataques en busca de la victoria se sucedieron, pero sólo tuvo éxito el del ruso Evgeni Petrov (Katusha), que esperó al empinado kilómetro final para superar al italiano Dario Cataldo (Quick Step) con Sastre arañando la tercera posición y los favoritos hasta hoy perdiendo casi 13 minutos. Lo había advertido Ivan Basso (Liquigas) antes de la salida: "Es un día importante, tenemos que regalarle a L'Aquila una etapa espectacular".