El Monstruo de Florencia

El periodista italiano Mario Spezi investigó el caso junto al escritor estadounidense Douglas Preston. Un estudio que llevaron demasiado lejos, siendo inculpados en el inacabado proceso judicial

Durante diecisiete años, los habitantes de la ciudad de Florencia (Italia) vivieron intranquilos ante los atroces asesinatos que un individuo sin identificar estaba llevando a cabo. Entre 1968 y 1985, hasta dieciséis homicidios fueron realizados sin dejar ningún testigo.

El "modus operandi" siempre era el mismo y era realizado de manera sistemática: el apodado "Monstruo de Florencia" disparaba en lugares normalmente aislados a parejas de jóvenes y después les apuñalaba. Posteriormente, mutilaba con precisión como trofeo, los órganos sexuales de sus víctimas femeninas.

Varios sospechosos, ningún claro culpable

Durante varios años, las investigaciones obligaron a interrogar a más de cien mil sospechosos. Sin embargo, el único inculpado fue un granjero de 68 años llamado Pietro Pacciani que cumplió condena hasta el 13 de febrero de 1996. Fecha en la que fue absuelto ante la falta de pruebas.

Meses más tarde, otras tres personas fueron detenidas y encarceladas por su supuesta implicación en los asesinatos del "Monstruo de Florencia". Aunque la extraña muerte de Pacciani en 1998, dio un giro radical a la investigación y el caso fue cerrado, a pesar de las numerosas incógnitas aún por resolver.

23 días en prisión

Tras años sin respuestas y teorías que apuntaban que los posibles culpables podrían estar relacionados con una secta satánica, el escritor estadounidense Douglas Preston y el periodista de sucesos italiano Mario Spezi comenzaron un intenso proceso de investigación que les dirigió hacia un nuevo sospechoso que decía ser el auténtico "Monstruo de Florencia".

Unas pesquisas que fueron armas de doble filo, puesto que Spezi y Preston fueron investigados judicialmente y el periodista de sucesos fue encarcelado al ser considerado también sospechoso. Finalmente, fue puesto en libertad tras permanecer 23 días ilegalmente en prisión.