Guillermo del Toro no dirigirá El Hobbit
La decisión de Del Toro supone un <b>tremendo varapalo</b> para los millones de seguidores de la obra de Tolkien y deja huérfano un proyecto que, no podemos olvidar, acumula varios años de retraso
A Guillermo del Toro se le ha agotado la paciencia. Después de múltiples retrasos, el cineasta mexicano ha decidido abandonar la adaptación de El Hobbit, la precuela de 'El Señor de los Anillos' en la que llevaba trabajando desde hace años.
Hace pocos días, el propio Del Toro reconocía que, tras posponer la fecha de inicio de rodaje en varias ocasiones, no podía fijar un día para el comienzo de una filmación que se lleva demorando más de un año. Los problemas financieros de la Metro Goldwyn Mayer dejaban todo en el aire de un impotente Del Toro que, finalmente, ha tirado la toalla.
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En una carta abierta, el director de El laberinto del Fauno explica la que dice ha sido "la decisión más difícil" de su vida. "Después de casi dos años viviendo, respirando y diseñando un mundo tan fascinante como la Tierra Media de Tolkien, debo con gran pesar dejar de encabezar esas maravillosas películas", afirma Del Toro.
Tras expresar su agradecimiento a Peter Jackson, Fran Walsh y Philippa Boyens, con quienes diseñó durante meses los guiones de las dos películas, y a las productoras (New Line, Warner Bros y a todo mi equipo en Nueva Zelanda), Del Toro destaca que ha sido un auténtico "privilegio" trabajar con "algunos de los mejores profesionales de nuestro oficio", una labor que ha cambiado su vida "para siempre".
Pero, reconoce, aunque las alegrías "han sido muchas", los conflictos de agenda y la presiones hacen que se haya superado "el período de tiempo que originalmente destiné para el proyecto". Así, el mexicano desea "la mejor de las suertes", al proyecto, en el que seguirá colaborando para facilitar "la transición para el nuevo director" y asegura que será "el primero de la fila" a la hora de ir al cine para ver terminadas las películas.
Años y años de retraso
La decisión de Del Toro supone un tremendo varapalo para los millones de seguidores de la obra de Tolkien y deja huérfano un proyecto que, no podemos olvidar, acumula varios años de retraso. Y es que cuando a principios de 2008 el cineasta fue confirmado para dirigir las dos películas de El Hobbit, la primera tenía fijada su fecha de estreno en las Navidades de 2010 y la segunda en 2011.
Tras varias demoras notables, las fechas fijadas, y todavía en pie aunque fijan el estreno para diciembre de 2012 y diciembre de 2013. Pero nada es seguro. La crisis de la MGM, a la espera de una buena oferta de compra que la rescate de la bancarrota, es el máximo obstáculo que impide poner fecha para el inicio de un rodaje que ahora tiene además que buscar un director de garantías. Para disgusto de los fans, el culebrón en la Tierra Media continúa...
