Soweto saluda al Mundial con una fiesta
Sudáfrica le debe mucho al township más famoso de Johannesburgo. De aquí salieron Nelson Mandela y Desmond Tutu. Aquí se comenzó a enterrar al apartheid. Este sábado ha querido ser algo más: la tarjeta de presentación ante el Mundial del África más amable


Es posible que muchos de los aficionados al fútbol que lleguen en los próximos días a Johannesburgo, sólo conozcan la ciudad desde la ventanilla del taxi. Lo que se recomienda aquí es que no se salga solo. Ni de día. Se puede pensar que esos mensajes son exagerados pero las señales son inequívocas.
La prensa recuerda que Sudáfrica es el segundo país con mayor índice de criminalidad del mundo, sólo superado por Colombia. Las entreplantas de las casas están protegidas por alambradas de espino. Las calles se quedan vacías al caer la noche y los edificios abandonados dan a la ciudad un aire decadente. En los locales de moda hay carteles que prohíben expresamente la entrada de armas. Todo esto es una muestra del lado violento del país y del continente que acogerá el Mundial de Futbol a partir del próximo viernes pero hay otra realidad que Soweto está reivindicando este fin de semana: el de la raza y la alegría Africana.
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Lo ha conseguido a través del Carnaval "Pale Ya Rona" que significa "nuestra historia". Todavía no sabemos cómo será la fiesta de inauguración del campeonato pero, si se parece a lo que se vio ayer en el Mofolo Park de Soweto, el éxito está garantizado. Miles de personas llegadas de toda África se concentraron este sábado en ese parque para salir en desfile por las calles con enormes vestidos de aves, disfraces tribales, trajes coloristas, brillantina en las caras... y haciendo mucho ruido con tambores, silbatos, gritos y las famosas vuvuselas, las trompetas con las que los sudafricanos quieren ensordecer a sus rivales en el Mundial. Parecían querer imitar a Río de Janeiro.
La imagen amable era la de esta caravana multicolor desfilando entre familias blancas y negras siguiendo el ritmo de las compañías y compartiendo a lo grande la fiesta del carnaval entre puestos de comida. Esta es, una vez más, la fotografía con la que Soweto reivindica el otro África, ahora que todo el mundo tiene sus ojos puestos en ellos. ¡Suerte!




