La última propuesta del Gobierno para la reforma laboral

El texto que el Gobierno puso sobre la mesa tras 9 horas de negociación incluía una de cal y otra de arena. Por un lado, proponía penalizar la contratación temporal mediante un incremento de la indemnización de este tipo de contratos.

Frente a la actual de 8 días por año trabajado, el Gobierno hablaba de 12 días. Para llegar a ellos, se abrían dos vías, ambas de carácter progresivo: aumentar un día más por año trabajado de aquí a 2014 (9 días para los contratos firmados en 2011, 10 en 2012, 11 en 2013 y 12 en 2014) o una indemnización de 10 días en 2012 y de 12 días en 2014. Con esta propuesta, se daba respuesta a las inquietudes de los sindicatos.

Para atender a las demandas de la patronal de reducir el coste del despido de los contratos fijos, el Ministerio de Trabajo ofrecía abonar parte de la indemnización de los despidos procedentes. Lo que se proponía era que el Fondo de Garantía Salarial (FOGASA), que se financia con las aportaciones de empresas, pagase 8 días, tanto para los contratos cuya indemnización es de 33 días por año trabajado como para los de 45.

En el caso de los primeros, sólo se abonarían esos 8 días para los que superasen un año de antigüedad. En el caso de los segundos, si se tratase de contratos ya en vigor, los 8 días sólo se pagarían para los años siguientes a la entrada en vigor de la reforma.

El documento especifica que la medida se financiaría con un aumento de la cotización al FOGASA que se compensaría con una disminución en otros conceptos para que los empresarios no tuviesen que pagar más cotizaciones que ahora.