Duelo anglosajón en el Mundial

La selección inglesa, que ha regresado al abanico de candidatas al título mundialista por números, por historia y por la presencia de un seguro en el banquillo como Fabio Capello, se estrena el sábado en Sudáfrica ante una prometedora Estados Unidos, en el duelo entre los a priori favoritos del grupo Grupo C para estar en octavos de final.

La ausencia en la pasada Eurocopa fue uno de los varapalos más duros de las últimas décadas para los ''pross'' que, además, históricamente no han cosechado buenos resultados en las fases finales mundialistas.

Y es que, aunque afrontan su decimotercera presencia, sólo cumplieron con las expectativas cuando conquistaron el título siendo anfitrionas en 1966, y sus actuaciones en las últimas décadas han sido más que discretas, ya que únicamente en 1990 estuvo entre las cuatro mejores del mundo.

Desde entonces, tras no clasificarse para la cita de 1994, cayó en octavos (1998) y dos veces en cuartos (2002 y 2006), la misma ronda en la que sucumbió en la Eurocopa de 2004. Muchas han sido las veces que Inglaterra ha decepcionado, pero en esta ocasión la presencia del italiano Fabio Capello en el banquillo le dan un plus, sobre todo tras la magnífica fase de clasificación, con sólo una derrota, pero con la clasificación ya asegurada.

Sin embargo, el punto negro han sido los amistosos, donde los ''pross'' no han dado la talla ante los grandes rivales, con derrotas ante Francia, España o Brasil y poco convincentes triunfos en los dos últimos contra México y Japón.

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Esto ha generado ciertas dudas, y el nerviosismo en la delegación, pero también se trata de la intranquilidad previa a la cita, que se ha complicado con lesiones como la del capitán Rio Ferdinand. En cualquier caso, Capello cuenta con una importante pléyade de estrellas guiada por Steven Gerrard y Frak Lampard y con Wayne Rooney como estilete, y presto a consolidarse en el podio de los mejores del mundo junto a Messi y Cristiano Ronaldo.

La incógnita es saber si su pareja de ataque es Crouch o Heskey, o si el técnico se inclina más por introducir un quinto centrocampista, que sería Gareth Barry. Por otra parte, el meta David James ha asegurado estar listo para regresar al once tras superar unos problemas en la espalda, aunque también podría decantarse por Rob Green o Joe Hart.

Por su parte, Estados Unidos, que confirmó su línea ascendente con su brillante presencia en la final de la Copa Confederaciones a costa de España, afronta su noveno Mundial, después de no haber faltado a ninguno en las dos últimas décadas.

Tras superar con solvencia la clasificación de la zona de la CONCACAF, la asignatura pendiente es conseguir una buena actuación en una gran cita, ya que los cuartos de final de 2002 -su mejor actuación desde su sorprendente tercera plaza en 1930- y cuando acariciaron las semifinales, cayendo ante Alemania, no tuvieron continuidad en 2006 donde no superaron la primera fase.

Después de la decpeción, se apostó por Bob Bradley, que llegó por la puerta de atrás, pero se fue asentando, con una mezcla en el grupo de noveles y veteranos, entre los que destaca el ya histórico Landon Donovan, que afrontará su tercer Mundial.

Junto al que será el líder del vestuario aparecen otros nombres de futbolistas que no han dudado en dar el salto a Europa y que, tras darse a conocer confían en volver a sorprender como hace un año y meterse en las eliminatorias a costa de Argelia y Eslovenia, como Clint Dempsey, Oguchi Onyewu o Jozy Altidore, aunque los dos últimos no atraviesan su mejor momento físico.