Almunia advierte de que la crisis de deuda pública "tardará tiempo" en resolverse
Ante la reforma laboral aprobada por decreto, el comisario europeo ha reprochado el "enquistamiento" de las tesis de los sindicatos y de la patronal
El vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Competencia, Joaquín Almunia, ha alertado hoy de que la crisis de la deuda pública que sufre la UE, especialmente Portugal y España, "tardará tiempo" en resolverse, por lo que auguró que las políticas de consolidación para controlar el gasto público se prolongarán en los "próximos años".
Más información
- El Santander, el mejor banco de Europa en las pruebas de estrés
- España, por encima de Italia y de la media de la UE en riqueza por habitante
- Standar and Poor's rebaja las previsiones de crecimiento de la economía española
- El déficit del Estado se redujo un 5,7% hasta mayo y se situó en 18.818 millones, el 1,79% del PIB
- Almunia: "Hemos pasado lo peor, salvo en el paro, que es el último en reaccionar"
"La deuda pública seguirá creciendo en 2010 y 2011", ha vaticinado el comisario europeo de Competencia, para después insistir en que la coyuntura actual es "momento" de acometer reformas estructurales tendentes a potenciar el crecimiento. "Las crisis son el momento de acometer reformas estructurales con menores dificultades, porque son evidentes", ha reflexionado Almunia durante unas jornadas organizadas por el IE Business School.
Así pues, ha condicionado la recuperación económica a las reformas del mercado laboral y del sistema financiero, entre otras, puesto que "no hay alternativa". Respecto a este último, Almunia ha recordado que las ayudas inyectadas en las entidades financieras para evitar su quiebra fijan "límites" en actuaciones en futuras crisis, al tiempo que ha recordado que estos estímulos deben quedar patentes en la regulación de los mercados, en la línea del ex presidente Felipe González. "Las ayudas deben incluirse en el sistema financiero. Se debe dejar en la cuneta la codicia que precipitó la crisis", ha asegurado.
El comisario europeo, que ha defendido la fortaleza del euro ante las presiones que sufre de los mercados, ha desgranado la que debe ser agenda de la UE: consolidación fiscal, regulación financiera y reformas estructurales. "No basta con reponer piezas rotas, sino que también hay que apoyarse en la crisis", ha proclamado, antes de congratularse del resultado del Consejo Europeo de la semana pasada, el último bajo Presidencia española. "Se dejó de hablar de crisis de deuda para marcar la agenda", ha remarcado.
Diálogo social "enquistado"
Almunia puso en valor la reacción de la UE en el origen de la actual coyuntura y ha abogado por "marcar el paso" desde Europa para "coordinar" una salida hacia la recuperación, al considerar que "está a medio camino". En este sentido, ha admitido que, pese a sentir "satisfacción" por la respuesta de los Veintisiete, los resultados no han sido los esperados. "Otras regiones crecen más que Europa", ha reconocido.
Ante la reforma laboral aprobada por decreto, el comisario europeo ha reprochado el "enquistamiento" de las tesis de los sindicatos y de la patronal para negociar la transformación del mercado de trabajo, si bien quiso dejar claro que el diálogo social seguirá siendo "imprescindible".
Por último, Almunia se opuso a reabrir un "debate institucional" en el seno de la UE para contemplar posibles sanciones a los miembros que no cumplan el objetivo de déficit del 3%, tal y como propuso la canciller alemana, Angela Merkel. "No creo que (las sanciones) sean necesarias ni prioritarias", ha sentenciado.