Argentina pasa a octavos como primera de grupo sumando su tercera victoria
Los de Maradona ganan Grecia (2-0) gracias a los goles de Demichelis y Palermo
Argentina cerró hoy con un pleno de victorias su primera fase del Mundial de Sudáfrica, tras derrotar a Grecia 2-0 con un equipo plagado de cambios que, sin embargo, buscó el ataque tanto como el titular.
Los de Diego Maradona se medirán con México tras haber ganado los tres primeros encuentros, en los que han marcado siete tantos y han recibido uno, una demostración de fuerza ofensiva que comienza a ser una de las noticias del Mundial.
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Con menos ocasiones que en los dos primeros partidos, Argentina derrotó a Grecia gracias a un tanto de Martín Demichelis, el segundo que consigue un defensa argentino en Sudáfrica, tras el de Gabriel Heinze en el debut contra Nigeria, y otro de Martín Palermo, en los minutos finales.
Dio descanso Maradona a siete de sus teóricos titulares, algunos por obligación, como el sancionado Jonás Gutiérrez o el físicamente mermado Walter Samuel, otros simplemente para que respiren con miras a una competición que el seleccionador se fía larga.
Reposaron por este motivo Gabriel Heinze, Javier Mascherano, Ángel di María -que jugó los últimos minutos-, Carlos Tévez y Gonzalo Higuaín. Entraron Nicolás Ottamendi, Clemente Rodríguez, Nicolás Burdisso, Mario Bolatti, Sergio Agüero y Diego Milito, pero los cambios no modificaron la fisonomía de Argentina, que jugó a lo de siempre, a tener el balón, a buscar con sus estrellas, con la dinamita que tiene en la delantera, la portería rival.
Pero Grecia había dispuesto un muro táctico que prestaba especial atención a un Messi que ya había avisado en los dos duelos anteriores que en este Mundial quiere dejar su impronta.
Y tenían a un Tzorvas en estadio de gracia que lo paró todo. Hasta el tanto de Demichelis.
Los helenos no salieron de sus cuarteles de invierno pese a que el empate les mandaba a su casa. Fieles al estilo de su seleccionador, el alemán Otto Rehhagel, fiaron su suerte a la fortaleza de contención y a los balones largos destinados a un Georgios Samaras que trató de dañar a la zaga argentina con su velocidad.
A la otra versión de Argentina le faltó algo de la intensidad ofensiva de los dos primeros encuentros y en eso tuvo mucho que ver la maraña defensiva que Grecia tejió entorno a Messi, que en el estreno de su capitanía, estuvo más vigilado que nunca, sometido a un marcaje en cascada. Cuando se escapaba de un griego se tropezaba con otro. Y hasta tres, si era necesario.
Si eso no era suficiente, los helenos no dudaron en hacerle faltas, lo que enfadó a Maradona que desde la banda se quejaba del maltrato al que estaba siendo sometido su joya.
El Kun y Milito estuvieron menos aprovisionados de pólvora, de balones que explotar y Argentina fue menos impactante.
Aun así se procuraron algunas ocasiones que pudieron acabar en gol.
Kun lo intentó en el minuto 18 y se topó con Tzorvas y Verón al siguiente con un tiro de 40 metros. Milito se introdujo por la banda a los 33 y sirvió para que Agüero obligara a estirarse al portero.
Messi también puso sorprender en alguna jugada, incluso en algún lanzamiento de falta que se permitió tirar con su nuevo estatus de capitán.
Pero el tanto llegó tras el saque de un córner de Messi que, tras rechazar en varios jugadores pegó en Milito y quedó muerto en el área chica, donde Demichelis se lanzó como un león para marcar, adelantar a Argentina y resarcirse del error que cometió contra Corea del Sur.
Con el partido resuelto, Messi lanzó a buscar el gol. Pudo llevarse su premio en una jugada personal en el minuto 85, pero su disparo encontró el palo derecho heleno. La segunda vez que el rosarino golpea la madera de Sudáfrica, que ya puso a prueba contra Corea del Sur.
Luego fue Tzorvas el que repelió su tiro, pero esta vez el balón le quedó franco a Palermo, siempre astuto, que lo envió a la red.