La tecnología 3D sacará a la luz problemas oculares desconocidos
Con la popularización de la tecnología 3D en los cines y en el hogar muchos usuarios se preguntan qué efectos secundarios puede tener el uso de este nuevo sistema de entretenimiento. Mareos, dolor de cabeza o visión doble son algunos de los síntomas que pueden presentar los aficionados al cine tras salir de una película
Sin embargo, según el Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas estos problemas no se deben a un efecto perjudicial de la tecnología sino a problemas latentes que las 3D están "ayudando" a sacar a la luz. Cuestiona además que pueda ser perjudicial para los menores de siete años como apuntaron empresas como Nintendo o Samsung.
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En primer lugar, habría que definir cómo funciona el ojo humano a la hora de procesar imágenes en tres dimensiones. La cualidad del ser humano encargada de esta tarea es la estereopsis.
La estereopsis se puede equiparar con la estereofonía. El ser humano tiene dos oídos y dos ojos para percibir una sensación múltiple, tridimensional en el caso de los ojos y estereofónica en el caso del sonido. Es una cualidad que tienen los mamíferos y que les permite calcular las distancia, velocidades, trayectorias y volúmenes.
Lo que intenta la tecnología 3D es que, con una imagen plana, se tenga una visión estereoscópica. Lo que hace es emitir dos tipos de fuentes luminosas con una pequeña discrepancia similar a la que se tendría en condiciones normales. Este efecto se puede comprobar fácilmente fijando la vista en un objeto y tapando un ojo y otro, alternativamente, observando así cómo cambia la percepción de su posición en el espacio.
Con las pantallas 3D se tiene una sensación artificial del mismo efecto. Esto se produce porque la tecnología disocia una imagen de otra y trata de que el cerebro las perciba separadas, para conseguir esto se utilizan las gafas especiales.
Lo que hacen estas gafas es discriminar qué parte de la pantalla se quiere que ver de una manera y qué parte de otra, algo totalmente predecible siempre que el usuario tenga una visión estereoscópica normal. "Pero esto no siempre es así", explica Enrique Orellana, portavoz del Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas.
¿Quién no puede ver imágenes en 3-D?
Las personas con ambliopía, u ojo vago, tienen una agudeza visual disminuida en un ojo y pueden haber perdido la condición de estereopsis al igual que las que tienen un solo oído han perdido su capacidad estereofónica. Si su agudeza visual es muy baja, no se pueden beneficiar de los efectos de la visión en 3D. Sin embargo, hay otros casos menos evidentes y que se consideran más graves al no ser evidentes a simple vista.
El núcleo de población que sufre en alguna medida esta disfunción no es precisamente pequeño, algunos estudios apuntan a que podría afectar del 4% al 10% de la población mundial. En un análisis optométrico completo en el que además de analizar el poder refractivo del ojo -miopía, hipermetropía, astigmatismo- también se debe revisar la visión binocular y así, tener una información del estado fórico.
Una foria se podría equiparar a un estadao leve de estrabismo, pero en este último caso los músculos del ojo no pueden hacer el esfuerzo y llevarlos a su sitio porque la desviación es superior, incluso se puede observar físicamente. En cambio la foria no, pero el esfuerzo a la hora de compensar la desviación puede desembocar en estrabismo.
¿son perjudiciales las 3-D?
Importantes empresas del sector como Nintendo o Samsung han advertido del peligro que puede tener para los menores de 7 años, que están desarrollando todavía la visión estereoscópica, el uso de la tecnología 3D.
"Me parece un poco exagerado, si los menores están dentro de un desarrollo normal por qué no iban a poder ver imágenes en 3D. Lo bueno que tiene esta nueva moda de ver cosas en 3D es que todos podemos ser conscientes de un problema que desconocíamos y además, ponerle nombre, porque sólo detectábamos dolores de cabeza", responde, Orellana.
Así, Orellana, descarta que el abuso pueda agravar este problema por una sencilla razón, estás personas son incapaces de aguantar delante de una película que se emita en tres dimensiones.
"Estas personas no pueden abusar de las 3D. Si tienes un problema de visión binocular latente, te pones las gafas y tu mundo se hace imposible, ves todo doble y el cerebro no puede admitirlo", afirma.
Si el problema -foria- está corregido no tiene por que haber problema pero si la persona afectada se encuentra en el límite se hará evidente "casi de inmediato". Y que el uso de esta tecnología no debería, en principio, suponer ningún agravante aunque declara que ahora "es un buen momento" para realizar los estudios pertinentes.
Orellana también recomienda que si el público no es capaz de soportar la visión de una película en 3D dónde tendrían que ir al salir del cine es a un optometrista a que le haga una refracción completa considerando la visión binocular y cuyo tratamiento, si se detecta un problema puede consistir en unas lentes especiales , prismas y posturas o actividades con los ojos para fortalecer la musculatura.
Finalmente, desde un punto de vista de consumo y no sanitario Orellana lanza una advertencia a los exhibidores que, por regla general, no advierten de que un importante núcleo de población es incapaz de disfrutar de las 3D.
"Es conveniente que la gente que emite 3D avise de estos posibles efectos porque tienen una cierta responsabilidad. La advertencia no estaría de más, ya que entregan las gafas con el pañito deberían advertir que no todo el mundo puede ver en 3D, aunque no haya peligro para la salud", finaliza.