La Calliphorida, confidente infalible de la Policía Nacional
Los insectos y otros artrópodos han aportado datos clave en la investigación de más de 150 casos
Hace diez años que se creó el primer y único laboratorio policial español especializado en entomología forense en la Comisaría General de Policía Científica
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Dípteros y coleópteros son testigos mudos en la escena de un crimen y fieles confidentes en las investigaciones policiales. La Policía Nacional es pionera en poseer un laboratorio de Entomología Forense que estudia y analiza los insectos y otros artrópodos que acuden a colonizar un cadáver en casos de homicidios y asesinatos. Entre estos insectos, la familia de la Calliphorida es la primera en llegar a la escena del crimen y su evolución aporta datos esenciales en la investigación. El laboratorio de Entomología de la Comisaría General de Policía Científica es el único que existe actualmente en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad españolas. Fue creado hace 10 años y analiza unos 30 casos anualmente. Durante esta década ha emitido más de 150 informes periciales claves para la resolución de delitos.
La Calliphorida, la primera en llegar
La temperatura, el lugar del hallazgo, el estado de descomposición que presenta el cadáver, la estación del año, la altitud, la latitud o el tipo de vegetación son algunos de los muchos parámetros que influyen en el proceso de descomposición de un cadáver y, paralelamente, en la sucesión de artrópodos que acuden a colonizarlo.
Las moscas de la familia Calliphoridae, entre las que se encuentra la especie comúnmente conocida como la mosca de la carne, son las primeras en llegar a la escena del crimen y sus respectivos datos de crecimiento son claves para realizar la estimación del intervalo post mórtem. Desde el punto de vista de la Entomología Forense existen cinco estadios de descomposición cadavérica: fresco, hinchado, descomposición activa, descomposición avanzada y esqueletización. La Entomología Forense puede dar una respuesta en cuanto al momento de la muerte en casos de avanzado estado de descomposición y considerando las variables ambientales y condiciones en las que se hallaba el cadáver.
Drogas
Los insectos también son claves para algunas investigaciones relacionadas con el narcotráfico, bien para determinar rutas elegidas por las redes de traficantes o para conocer la procedencia del estupefaciente y de los laboratorios ilegales, ya que algunas especies son utilizadas para cortar drogas y potenciar sus efectos. Uno de estos trabajos especializados permitió identificar el origen de un laboratorio de narcotraficantes, al encontrarse bolsas repletas del coleóptero Mylabris phalerata, un insecto procedente de China y del Sudeste asiático. De esta especie se extrae un principio activo llamado Cantárida (o Cantaridina) que, en pequeñas dosis es terapéutico, pero en dosis elevadas es letal.