España comienza arrollando

La selección española de baloncesto ha iniciado en Las Palmas su camino de amistosos hacia el Mundial de Turquía con una espectacular victoria sobre la débil Canadá por 84-38, en un encuentro que dejó muy buenas sensaciones y en el que lograron anotar doce de los trece jugadores.

El bloque de Sergio Scariolo funcionó a la perfección, especialmente en tareas defensivas, donde la intensidad puesta sobre la cancha provocó que Canadá perdiese un total de 22 balones y sólo anotase 38 puntos. Este éxito permitió a los españoles lucir aún más su calidad ofensiva y el repertorio de canastas deleitó al Centro Insular de Deportes.

España impuso su ritmo desde el inicio. Aplicando una dosis correcta de intensidad en defensa, el combinado nacional pudo desarrollar todo su potencial ofensivo en el contraataque. Así, no tardaron en llegar las primeras ventajas en el electrónico (13-7, minuto 5) y el tramo final del primer periodo sirvió a España para incrementar la brecha y marcharse al banco con 11 puntos de diferencia (24-13).

El guión no cambió en la reanudación. Scariolo pedía, con éxito, una defensa agresiva y a Canadá le costaba y mucho anotar. La ventaja de España no paraba de crecer (36-17, minuto 15) gracias a sus múltiples recuperaciones y al perfecto baile ofensivo marcado por Ricky Rubio y Calderón. El desacierto en los minutos finales del segundo periodo impidió a España proseguir su notable ritmo de puntos aunque al descanso se fue con una ventaja de 22 puntos (41-19).

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Tras la abrumadora superioridad mostrada en la primera parte, el objetivo de Scariolo era que sus jugadores mantuviesen el mismo ritmo hasta el final. La labor anotadora de Rudy Fernández y Navarro permitía a España seguir incrementando su diferencia sobre Canadá (51-25, minuto 25).

En el tercer periodo Scariolo decidió dar minutos a dos de las grandes promesas del baloncesto español, Víctor Claver y Carlos Suárez. Y ambos pasaron el examen con nota, aportaron puntos en ataque y mantuvieron la intensidad de sus compañeros en defensa. El nuevo aire que aportaron los cambios permitió a España impulsarse aún más en el marcador y terminar el tercer cuarto con un rotundo 64-29.

El último cuarto sirvió para reafirmar lo visto anteriormente. El recital de canastas españolas y la escasa efectividad canadiense (un 18% en lanzamientos de 2 puntos) provocaron un resultado final escandaloso (84-38).