Cameron apoya a los ayuntamientos que quieren prohibir la venta de alcohol barato
La moción proviene del gran Manchester con el objetivo de poner coto a los desórdenes públicos
El primer ministro británico, David Cameron, ha expresado su apoyo a las autoridades locales que se proponen prohibir la venta de alcohol barato en bares y comercios.
El ayuntamiento del gran Manchester ha anunciado su intención de establecer un precio mínimo para las bebidas alcohólicas en un intento de poner coto a los desórdenes públicos y demás problemas derivados de las borracheras nocturnas.
Cameron ha afirmado que acabar con los descuentos en las bebidas alcohólicas es clave para resolver ese problema y que, aunque él personalmente no apoya el establecimiento de un precio mínimo nacional, sí está a favor de las iniciativas de las autoridades locales en el mismo sentido.
Más información
"Creo que es una buena idea que los municipios se pongan de acuerdo al respecto y es algo que miraremos con gran simpatía", dice el líder conservador, que critica que los supermercados vendan el alcohol a precios de saldo.
Médicos, funcionarios del ministerio de Sanidad, el Comité Selecto de Sanidad del Parlamento británico, así como otras autoridades responsables han expresado su apoyo al establecimiento de un precio mínimo para las bebidas alcohólicas.
Por el contrario, el ministro de Sanidad, el también conservador Andrew Lansley, se ha opuesto a ello con el argumento de que perjudica a las familias de más bajos ingresos.
El precio del alcohol ha registrado un fuerte descenso en términos reales en las últimas décadas y aunque los precios en pubs y restaurantes han superado el nivel de inflación desde 1990, no ha ocurrido lo mismo con las bebidas que se venden en supermercados y
otros comercios.
Gran Bretaña es uno de los países europeos donde más se abusa del alcohol: cifras del propio ministerio de Sanidad indican que hay más de 1,1 millones de adultos que pueden considerarse dependientes.
