Una ráfaga de viento cambió la dirección de las llamas que acabaron con la vida de los dos bomberos

Dos bomberos, de 27 y 35 años, han fallecido esta noche en la localidad pontevedresa de Fornelos de Montes durante la extinción de un incendio forestal que, en principio, no revestía gravedad. Los conselleiros de Medio Rural y Presidencia de la Xunta concluyen que una ráfaga de viento desvió las llamas

Las conclusiones preliminares del informe encargado por la Xunta de Galicia indican que el viento cambió la dirección de las llamas y que los bomberos no se refugiaron en la zona quemada.

Según un comunicado enviado por la Conxellería do Medio Rural las primeras conclusiones del informe apuntan, según los testimonios de los compañeros fallecidos, que "cuando la brigada se encontraba trabajando en la extinción del fuego fueron sorprendidos por una súbita ráfaga de viento. Los fallecidos, quedaron desorientados entre el fuego y las llamas, mientras sus otros compañeros se resguardaban en una zona ya quemada, que es lo recomendable en estos casos".

Los cuerpos sin vida de los dos agentes atrapados en el fuego durante la extinción de un incendio forestal en el municipio pontevedrés de Fornelos de Montes han podido ser identificados por las dentaduras ya que estaban "carbonizados", según fuentes de la Xunta de Galicia.

Las víctimas son Julio Martínez da Silva, de 27 años, y Rodrigo Amo, de 35 años.

Señalaron que expertos del Instituto médico legal de Galicia (Imelga) procedieron a las tareas de reconocimiento de los cuerpos dentro de la investigación abierta tras su muerte, en circunstancias que todavía se desconocen, por las autoridades judiciales de Redondela, en la provincia de Pontevedra.

Según datos facilitados por responsables de la Xunta las dos víctimas eran integrantes de una de las primeras brigadas de la lucha contra incendios que acudió a la zona después de que se detectara el incendio, hacia las 22:30 horas de ayer.

La brigada llegó a las 22:49 horas, pero se desconocen las causas por las que los dos se separaron de los demás integrantes del grupo, y hacia las 23:05 horas sus compañeros alertaron de la situación.

Tras una operación de búsqueda, los cuerpos de los agentes fueron hallados, poco después de medianoche, carbonizados por las llamas

En principio, las autoridades habían considerado que el incendio no revestía peligro, aunque la Guardia Civil aseguró la pasada madrugada a la Cadena SER que había adquirido "grandes dimensiones".