'Friends', calcado en Pekín

No le faltan el sofá naranja, las paredes de ladrillo ni la misma decoración de neones que el bar de la serie, pero este Central Perk no está en Nueva York, sino en el este de Pekín. El responsable de esta copia exacta se llama Du Xin, tiene 31 años y estudió hostelería en Holanda.

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En 2004, cuando la mítica serie estadounidense estaba a punto de terminar, la descubrió. "Me enganché... La he visto 30 veces, las 10 temporadas, sin exagerar", confiesa. "Friends me cautivó. Mucha gente la ve como una comedia, pero yo creo que es educativa, que enseña muchos valores relacionados con la amistad. Es lo que yo llamo "espíritu Friends".

Invocando ese "espíritu", Du Xin encontró hace cinco meses un hueco en un mercado muy competitivo. Los jóvenes de clase media salen cada vez más y cultivan un hedonismo que sus padres no pudieron permitirse. Además, adoran las series, sobre todo coreanas, japonesas y estadounidenses.

El Central Perk pequinés está lleno de post-adolescentes con ordenadores último modelo -los que en China pueden pagarse un café a casi tres euros, cuando el sueldo medio mensual no llega a 100-. También hay muchos que aprovechan para practicar inglés, ya que la serie se proyecta en bucle.

"Nuestros profesores nos la recomiendan porque es más fácil y los temas son graciosos", apunta Lucy, estudiante de Filología Inglesa de 19 años. Su amiga, que se hace llamar Lola -muchos chinos se ponen un nombre occidental porque es más práctico o más ku, guay-, asegura que se sabe los diálogos de memoria. "Es una ventana a Estados Unidos, nos permite conocer sus problemas, su sociedad", explica.

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Les atienden tres camareras, todas apodadas "Rachel", como la protagonista de la serie que se emitió en EEUU de 1994 a 2004. "Vimos el anuncio en Internet y los únicos requisitos para el puesto eran saber bien inglés y ser fan de Friends", cuenta una de ellas. A su jefe le llaman Gunther (como el patrón en la serie).

¿Durará la copia tanto como el original? En China, paraíso del emprendedor y del especulador inmobiliario, la vida de muchos locales no llega a tres años. Además, este bar está prácticamente escondido en el sexto piso de un rascacielos. "Mis padres, que siempre se han dedicado a los negocios, dudan de que vaya a durar, pero estoy haciendo promoción en Internet y mira toda la gente que hay", cuenta Du, que invirtió unos 2.000 euros en decorar su Central Perk con muebles encargados a medida. "Lo que pienso hacer es dedicarme a otras tiendas que me den dinero para mantener este bar. Esto es un proyecto personal y quiero que sirva para que la gente se reúna, como hicieron Rachel, Joey, Monica, Chandler, Phoebe y Ross, durante años".