Blair vuelve del silencio con sus memorias políticas

Si usted ha visto la película de Roman Polanski 'El escritor fantasma', la historia de un poco disimulado trasunto del premier británico que llevó a su país a una guerra ilegal, lea 'Un viaje'. Porque las memorias políticas de Tony Blair tienen poco que ver con esa ficción. No hay confabulaciones de la CIA, ni asesinatos misteriosos. Sólo "un fiel reflejo [...] sobre cómo es ser un líder en la escena internacional".

Tony Blair dejó de ser primer ministro en junio de 2007. Dice que ha estado callado tres años, pero que ahora que los suyos han dejado el poder, ha llegado el momento de hablar. Y de leerle, porque desde este martes se pueden comprar sus memorias políticas, tituladas 'Un viaje'.

En sus más de 700 páginas, Blair, que dice haber escrito él mismo el libro, sin recurrir a ningún 'negro', repasa su histórica ascensión al liderazgo del laborismo en 1994, el enorme programa de transformaciones sociales y económicas en su país o la inesperada concesión de los Juegos Olímpicos de 2012 a Londres, algo que muy poca gente pone en duda que fue un despliegue de su diplomacia personalísima.

Uno de los motivos por los que Blair ha tenido que esperar hasta haora para publicar el libro es porque cuando dejó el 10 de Downing Street lo hizo dando el relevo a su segundo, Gordon Brown, su canciller del Tesoro, el equivalente a un superministro de Economía. Y parece que ha tenido que contenerse mucho, porque incluso cuando habla bien de él no se sabe muy bien si le lanza un capote o una puya.

En una entrevista que Blair ha grabado para el lanzamiento del libro, y que esta noche emite la BBC, el ex premier dice que su etapa final con Brown fue muy dura, "casi imposible". Aunque a continuación añade que fue "una enorme fuente de fortaleza", y le atribuye gran parte de los méritos por los éxitos de su gobierno.

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Parece que la relación fue tan difícil en algunos momentos, que Blair pidió consejo a Alex Ferguson, el entrenador del Manchester United, sobre qué hace con un jugador díscolo.

Blair dice en sus memorias que "sabía que símplemente no iba a funcionar" un gobierno con Grodon Brown, alguien con "inteligencia emocional cero". Aunque en otro ejemplo de reparto de parabienes y críticas, dice que se sobreestimaba a Brown como su sucesor, pero que "se subestimaron sus fortalezas" cuando ocupó el puesto.

Aunque ya habló de cómo veía con la perspectiva de varios años de por medio su decisión de ir con Bush a la guerra de Irak en la comisión que investigó aquel conflicto, defiende una vez más su decisión de entonces. "La inteligencia resultó ser errónea. Lo admitimos. El fallo fue serio, pero no deja de ser un error. Y dados los antecedentes de Saddam, fue un error comprensible".

Aznar aparece mencionado varias veces. Sobre su papel en la guerra de Irak, uno de los protagonistas de la foto de las Azores, Blair recoge en sus memorias que el presidente español era consciente de que sólo el 4% de su opinión pública le apoyaba. "Ese es el mismo porcentaje de gente que respondería en una encuesta que Elvis está vivo", le dijo Blair, que reconoce a su amigo como un negociador duro en los temas europeos.

'Un viaje' llega a las librerías a los cuatro meses de que los laboristas perdieran unas elecciones generales, las primeras en más de una década sin Blair como candidato. Y llega el mismo día en que los cinco políticos que se disputan el liderazgo del partido tendrán un primer debate televisado.

A esos cinco 'cachorros' del nuevo laborismo les deja este mensaje: que ataquen el plan de recortes de los conservadores, pero que no se les ocurra girar a la izquierda si no quieren perder la próxima vez por más.

**A Journey, publicado por Random House, se vende desde hoy en Reino Unido al precio de 27,10 euros.