Sociedad

Dos secuestradores acuden a comisaría con su víctima y se hacen pasar por rehenes

El origen del secuestro fueron 320.000 euros que el hermano de la víctima había robado en una operación de tráfico de drogas

Decían ser las víctimas y realmente eran los secuestradores. Tres personas se presentaron en la comisaría de Estepona (Málaga), asegurando dos de ellas que habían sido secuestradas. Sin embargo, sus versiones contradictorias permitieron a la Policía desenmascararlos: Dos eran los verdaderos secuestradores y un tercero resultó ser la víctima.

El origen del secuestro fueron 320.000 euros que el hermano del secuestrado había robado en una operación de tráfico de drogas. Además, las investigaciones posteriores de los agentes también dieron como fruto la detención de una mujer implicada en el rapto.

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Agentes de la Policía Nacional han detenido a dos personas que acudieron a la comisaría de Estepona junto a un rehén al que habían mantenido retenido durante tres días y que se hicieron pasar también por secuestrados.

Los agentes procedieron a las detenciones cuando estaban en medio de un dispositivo para intentar encontrar a la víctima, puesto que el secuestro había sido denunciado previamente.

La Policía tuvo conocimiento del rapto cuando el hermano y la cuñada de la víctima acudieron a la comisaría a denunciar su desaparición. Justo cuando se encontraban tramitando la denuncia, los agentes pudieron ser testigos de una llamada telefónica en la que un hombre que hablaba castellano con acento árabe reclamaba, bajo constantes amenazas, 320.000 euros a cambio de la liberación del secuestrado.

Como prueba de vida, permitieron a la víctima ponerse al teléfono para confirmar entre sollozos y quejas de dolor que efectivamente se encontraba con ello. Entre las amenazas, esgrimieron la posibilidad de trasladar al secuestrado a Francia si el pago no se efectuaba en una hora.

Dispositivo de localización del secuestrado

El hermano de la víctima explicó a la Policía que, hasta la llamada, no había tenido noticias del secuestrado desde que el día anterior se había citado en Estepona con un conocido. Ante los hechos, se puso en marcha el dispositivo, centrado en la gestión de las comunicaciones que se sucedieron con los secuestradores.

Al día siguiente, el teléfono de emergencias 112 recibió varias llamadas en las que un individuo, también con acento árabe, decía encontrarse junto a otros dos varones en una urbanización marbellí, sin precisar la ubicación.

En consecuencia, se desplegó un dispositivo en la zona para poder encontrar el lugar en que tenían escondido al secuestrado. Sin embargo, de madrugada y en pleno desarrollo del operativo, se personaron en la comisaría de Estepona tres personas, una de ellas la víctima del rapto.

Los dos captores se presentaron como también víctimas de un secuestro, pero sin embargo ofrecieron versiones contradictorias y fueron desenmascarados por los investigadores, por lo que fueron detenidos en el acto.

Un tema de drogas, origen del secuestro

El secuestrado aclaró que tres días antes se había desplazado a instancia de un conocido, que resultó ser uno de los secuestradores, hasta un lugar de Estepona para hablar sobre un problema que tenía su hermano. Una vez allí, seis individuos le asaltaron, introdujeron en un vehículo y trasladaron hasta un piso en Marbella. Allí le explicaron que tenía que responder por 320.000 euros que había robado su hermano durante una transacción de tráfico de estupefacientes.

Durante ese mismo día y los dos siguientes, permaneció cautivo en varios pisos, siempre custodiado por individuos armados y con la presencia de los dos detenidos, quienes contactaron telefónicamente con su cuñado para exigir el pago. El desenlace fue posible cuando los captores armados desaparecieron y los dos secuestradores llevaron a su víctima a comisaría.

Además, los agentes pudieron localizar la vivienda donde había permanecido el secuestrado y procedieron a su registro, en el que detuvieron a una mujer por haber participado en las labores de custodia del secuestrado.