Barcelona cierra su cápsula del tiempo
El alcalde, Jordi Hereu, ha cerrado la "cápsula del tiempo", un recipiente de última tecnología que no se abrirá hasta el año 2159
La cápsula es un cilindro de plomo que contiene 3.276 mensajes de ciudadanos sobre cómo es Barcelona y cómo creen que será la ciudad del futuro. "Es la cosa más original que he hecho como alcalde", ha dicho Hereu
Con el cierre del recipiente, ubicado en la plaza del CosmoCaixa, se clausuran las conmemoraciones del Año Cerdà, que celebra la aprobación del plan que diseñó Ildefons Cerdà para el Eixample.
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La cápsula contiene una caja en su interior con un cilindro hermético con nitrógeno, que crea una atmósfera inerte para evitar la oxidación de los elementos electrónicos. Y es que todos los mensajes, entre ellos 500 vídeos, están en formato digital, a excepción de siete postales de papel. Para asegurarse de que los barceloneses del futuro no vean los USB y discos duros como una tecnología obsoleta, hay un ordenador y una hoja con las instrucciones de uso.
El exterior de la cápsula está partido en dos partes, separadas por un grabado cifrado en homenaje a la ciudad, escrito en catalán, castellano, inglés, chino y árabe. La frase del grabado es "el aire de la ciudad nos hace libres", un dicho alemán de la Edad Media.
Actualmente el mensaje no se puede leer, y habrá que ir girando una tuerca cada año para que las dos partes se solapen, se entienda la frase y se abra la cápsula. Así se asegura su pervivencia a prueba de curiosos y que la ciudad recuerde dónde está.
Las autoridades cierran la cápsula
El acto de cierre de la cápsula ha contado con la presencia del ex alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, el delegado de Cultura, Jordi Martí, y Jorge Wagensberg, entre otras personalidades.
El alcalde Hereu han llenado sus discursos de buenos deseos. Ha augurado que la cercana sierra de Collserola será el "parque central" de la Barcelona del futuro, que ya no será "metropolitana" sino "Gran Barcelona", y la ciudad será un "espacio de libertad para la gente".
La idea de la cápsula del tiempo surgió de la agencia de comunicación 'Carlitos y Patricia', y es obra de un equipo de ingenieros y diseñadores industriales coordinados por Núria Coll desde la escuela Elisava, y dirigidos por Javier Peña.
Otras cápsulas temporales
A pesar de la originalidad de la idea, Barcelona no es pionera. Nueva York, por ejemplo, atesora varias cápsulas del tiempo. Dos de ellas están en un parque y se abrirán dentro de 5.000 años, y otra está en la sede del 'The New York Times' y fue diseñada por Santiago Calatrava.
