Los padres de Sofía cobrarán la prestación de la Ley de Dependencia con dos años de retraso

Sofía es una niña de cinco años que padece una enfermedad rara que le impide andar y hablar. En febrero la Cadena SER les contó que sus padres habían solicitado las ayudas de la Ley de Dependencia catorce meses antes. Este martes se ha sabido que la familia comenzará a cobrar en noviembre, dos años después del inicio de su lucha.

No es la primera vez que en la SER les hablamos de Sofía. Tiene cinco años. Padece una enfermedad rara, todavía sin diagnosticar. No habla, no anda, no come sola y no puede controlar esfínteres.

En febrero, la Cadena SER les contó que sus padres habían solicitado las ayudas de la Ley de Dependencia catorce meses antes, sin que hubieran obtenido respuesta. Curiosamente dos días después de que su caso se hiciera público en la SER, la niña fue evaluada. Todo parecía ir por un camino mejor pero han tenido que pasar dos años para que los padres de Sofía comiencen a cobrar la prestación: será en noviembre.

"Es imposible que te cojan el teléfono en la comunidad de Madrid"

La Comunidad de Madrid evaluó a Sofía en febrero con un resultado de grado 3, nivel 2. Sólo una persona que necesita respiración asistida tiene un nivel mayor de dependencia.

Han pasado casi dos años desde que los padres de Sofía, Enrique y Susana, iniciaron los trámites para pedir la prestación. Todavía no han recibido nada. "Es imposible que te cojan el teléfono en la comunidad de Madrid", nos dice Enrique Recuero. No le ha quedado más opción que ir en persona. Lo ha hecho dos veces en los últimos siete meses y siempre ha recibido la misma respuesta: "Está en trámites".

Por fin este martes, y tras dos años de lucha, la Comunidad de Madrid informa a la SER de que los padres de Sofía comenzarán a cobrar la prestación por dependencia en el mes de noviembre.

Padre pluriempleado, madre en paro

Durante este tiempo Enrique ha compatibilizado dos trabajos para poder mantener a su familia. Susana, su mujer, se quedó en el paro por la crisis y ahora, cuidando a la niña le resulta imposible buscar empleo.

Sofía tiene una hermana pequeña, Olivia. Las dos duermen en la misma habitación porque en la casa no hay espacio para más. Sofía duerme en el suelo, con unas barras rodeando el colchón por cuestiones de seguridad. La cama que necesitaría -aunque no le cabría en el cuarto- cuesta 6000 euros.