"La onda expansiva del atentado mató a mamá en Bagdad"
La familia de una funcionaria de Exteriores asegura que murió el pasado julio tras sufrir los efectos de la onda expansiva de un atentado en la embajada española de Bagdad y no por causas naturales. Exteriores estudiará el caso
El pasado julio murió la responsable oficial de comunicaciones de la Embajada de España en Irak, Teresa Esquivias. Ayer se celebró el funeral oficial en Madrid. Su familia asegura que falleció a causa de los efectos secundarios de un atentado terrorista a unos metros de la embajada de España en Bagdad el pasado abril. Relacionan la fuerte onda expansiva de la explosión con la muerte de Esquivias tres meses más tarde. El ministerio de Exteriores está pendiente de estudiar el caso.
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La funcionaria del ministerio de Exteriores y responsable de comunicaciones en la embajada española de Bagdad, Teresa Esquivias, murió el pasado 12 de julio. La familia considera que esta fecha oficial responde a una muerte que llegó tres meses antes. El 4 de abril de 2010 hubo un atentado con coche bomba a 50 metros de la embajada de España en Bagdad donde trabajaba Esquivias, fallecieron dos alemanes y ningún español. Su familia, que acaba de celebrar el funeral en Madrid, relaciona el fallecimiento con los efectos de la explosión.
Ainhoa Caicedo, hija de la fallecida, recuerda qué pasó: "Mamá sufrió un atentado trabajando en la embajada española en Irak, después tuvo una sintomatología y falleció en Bagdad, con lo que todo ello supone. Como los ministerios, el de Exteriores y el de Interior, que son los que ponen en marcha el mecanismo del protocolo habitual, un chequeo médico etc, no lo hicieron, ahora es muy difícil tomar cartas en el asunto. Se ha vuelto hasta dudosa nuestra versión, pero es la real".
El día que murió Teresa Esquivias la temperatura en Bagdad superaba los cuarenta grados. El primer diagnóstico de la muerte fue un golpe de calor, el segundo, un aneurisma cerebral. Casada y con seis hijos, llevan desde su muerte hasta hoy reconstruyendo las últimas semanas de vida su madre. Informes, documentos, correos electrónicos, los testimonios de quienes hablaron con Teresa, para demostrar que la causa directa fue la onda expansiva del coche bomba.
Teresa Esquivias llevaba más de diez años en comisiones de servicio en Ecuador, Sarajevo y Bagdad. Su muerte coincidió con los preparativos de su traslado a Nueva York, un destino considerado un premio para funcionarios que pasan años destinados a países en conflicto. El pasado 4 de abril estaba en las oficinas de la embajada junto a Antonio González-Závala, responsable de Negocios de España: "La detonación me desplazó, mi cabeza tocó el ordenador, me quedé sorda y con taquicardia, oí a Antonio que me llamaba... nos abrazamos y hubo otra detonación", escribió días después. Tras la explosión, no volvió a ser la misma. En los correos a su marido y sus hijos habla de dolores de cabeza, mareos, nauseas, pérdida de oído. Un cuadro de síntomas que, según algunos expertos, coincide con el "síndrome de la onda expansiva".
La familia está a la espera de un informe forense de la especialista en valoración de daños Paloma Fernández, que estudió a víctimas del 11-M. Piden que Interior reconozca a Esquivias como una "víctima del terrorismo" y pongan en marcha lo que lleva consigo; psicólogos, ayudas, reconocimiento del trabajo de su madre.
La Cadena SER ha recabado la versión de Exteriores, aseguran que estudiarán el caso cuando reciban los resultados de los informes y lo tramitarán si procede.




