"Cuando tienes parkinson, te encierras en casa por miedo a que te confundan con un borracho"

Madrid

En España 150.000 personas sufren esta enfermedad, la segunda neurodegenerativa más frecuente tras el alzhéimer. Los especialistas reconocen que el trastorno puede aparecer 20 años antes de que se manifiesten los problemas motores.

Con 44 años Alberto, empresario y deportista de Guadalajara, se dio cuenta de que escribía torcido y de que le costaba controlar sus movimientos. Acudió al médico de primaria y llegó el diagnóstico, de eso hace ya ocho años. "Te das cuenta de que una mano y una pierda no responde, y de que vendrá el resto con el tiempo. Entonces entras en depresión", explica emocionado. El parkinson afecta a 150.000 personas en España, se trata de la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente tras el alzhéimer, y como le ocurrió a Alberto, se manifiesta claramente cuando los músculos no responde a los estímulos, o al contrario, se pierde el control de los movimientos. Pero la enfermedad puede aparecer de forma sutil 10 e incluso 20 años antes de los síntomas motores, por ejemplo, con problemas de olfato, trastornos del sueño o estreñimiento.

El reto de la neurología en este campo es la detección precoz de la enfermedad, ya que ello ayudaría a reducir el impacto del parkinson, que causa también demencia, psicosis, depresión... "Hay síntomas precoces y lo que queremos saber es qué porcentaje de la población es susceptible de padecer parkinson en el futuro", asegura Juan Carlos Martínez, neurólogo del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, que ha participado en un seminario de expertos en Sitges, promovido por Lundbeck. Además, el parkinson aumenta por el envejecimiento de la población. Según Julia Vaamonde, jefa de neurología del Hospital de Ciudad Real, en 2030 puede haber hasta 9 millones de afectados en Europa occidental.

La otra meta de los especialistas es conseguir un tratamiento para revertir la enfermedad, ya que las terapias actuales sólo pueden mejorar la calidad de vida de los pacientes. No obstante, ya se está trabajando en tratamientos neuroprotectores que han logrado modificar el curso de la enfermedad.

Cirugía

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Alberto quiere esperar un poco más antes de entrar en quirófano. "Hago taichi, nado, y estoy aprendiendo a coser. Tengo fuerza de voluntad para no estancarme". La cirugía, consistente en colocar en el cerebro un electroestimulador para controlar los movimientos, corrige el temblor. Pero en España la lista de espera es de un año, como mínimo, y no en todas las comunidades hay equipos para operar.

El estigma de la enfermedad

Todavía hoy el paciente lucha contra la verguenza de salir a la calle: "La gente con parkinson se mete en casa, muchos te ven raro, creen que estás borracho. No tengo por qué dar explicaciones de por qué hago movimientos involuntarios", se queja Alberto, que agradece el apoyo de su familia, y que, pese a todo, se toma la vida con sentido del humor. Vive "el día a día". "Las ventajas de la enfermedad, por ejemplo, cuando vas en el metro lleno de gente, no hueles nada... Y si salpicas en el váter, nadie te regaña", bromea.