El presunto agresor de la mujer degollada ya había sido detenido antes por maltratarla
El presunto asesino fue detenido al filo de la medianoche
Una mujer de 39 años ha sido degollada en su domicilio de Sevilla. Minutos antes, el presunto agresor, un hombre de origen magrebí con el que la víctima mantenía una relación sentimental, hacía un gesto de amenaza, con el pulgar en el cuello. El presunto asesino, de 37 años, ha sido detenido. / AGENCIA ATLAS
El presunto asesino de una mujer de 39 años, fallecida este miércoles en Sevilla al ser degollada, se dio a la fuga. El hombre, de origen marroquí y al que los vecinos califican de "violento", tenía una orden de busca y captura por asesinar supuestamente a su pareja sentimental. Ya había sido detenido con anterioridad en tres ocasiones, una de ellas, por maltratarla.
El detenido, Issam M., un marroquí de 37 años, ha sido conducido a dependencias policiales. No es la primera vez. Había sido detenido con anterioridad en tres ocasiones, una de ellas por maltratar a la víctima, que no obstante nunca había denunciado a su pareja.
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Esta vez el final fue más trágico: La mujer, Carmen R.J., fue hallada sobre las 20:00 horas con un corte en el cuello en un charco de sangre en su domicilio por la Policía, que había sido alertada por un antiguo novio, Isidro Sacristán.
Sacristán, que había convivido con la víctima durante 14 años, avisó a la Policía cuando se cruzó con el presunto agresor, quien le hizo un gesto con el dedo imitando un corte en el cuello, según relató a los periodistas.
La ex pareja de la víctima se encontraba en un bar situado en la esquina de la calle Luis Cadarso de Sevilla, próximo al número 15, donde convivían la víctima y su presunto agresor, cuando se cruzó con Issam, que le hizo un gesto llevándose un dedo al cuello que Isidro Sacristán interpretó como una amenaza.
Este gesto le hizo sospechar y avisó a la policía, que contactó con un ciudadano marroquí que también compartía la vivienda de la víctima, situada en el primer piso, y les franqueó la entrada.
En el interior del domicilio encontraron a Carmen, de 39 años, degollada y en un charco de sangre, por lo que se montó un dispositivo para intentar localizar a su presunto agresor, que, según la fuente, maltrataba continuamente a la víctima e incluso la había apuñalado en el vientre en septiembre pasado, aunque ella nunca llegó a completar los trámites para denunciarle. Se ha convertido en la víctima número 58 de la violencia machista.
