Sociedad

Más policías que peregrinos en Santiago

A pocas horas de la visita de Papa, hoteleros y comerciantes se quejan de poca afluencia de público

Vista de la plaza del Obradoiro con el montaje del altar donde el Papa Benedicto XVI oficiará una multitudinaria misa el próximo día 6. (EFE / Lavandeira jr)(EFE / LAVANDEIRA JR)

Ya queda poco para la llegada de Benedicto XVI en Santiago de Compostela y, de momento, un 25 % de las plazas hoteleras continúan libres y la venta de "souvenirs" experimenta la peor semana desde antes del verano.

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A la espera de que Benedicto XVI aterrice en Santiago el sábado por la mañana, la presencia policial (más de 6.000 agentes), las restricciones de tráfico y los obreros que continúan montando el escenario gigante para la Misa en la Plaza del Obradoiro son los únicos signos visibles que evidencian la inminente visita papal. Y es que el dispositivo de seguridad contrasta con la escasa afluencia de peregrinos y visitantes en la ciudad gallega donde, pese al espléndido tiempo de las últimas horas, restaurantes, terrazas y tiendas de recuerdos apenas han registrado clientes y compradores.

"Es la peor semana en ventas de los últimos tres o cuatro meses", explican varios comerciantes de las calles aledañas a la Plaza del Obradoiro. La percepción se suma a la de los dueños de restaurantes y tiendas de recuerdos. "La gente piensa que Santiago está lleno, pero sólo está lleno de policías", asegura el dueño de un mesón de la Rua do Franco, próxima a la catedral. "No sé si es que todos los visitantes lo están dejando para el final, pero lo cierto es que esto está muy parado. Creo que la visita sólo va a servirle a la Iglesia como propaganda de fe, pero a la ciudad no creo que le traiga muchos beneficios".

Estas opiniones se suman al malestar y a la resignación con la que muchos vecinos están viviendo las restricciones de tráfico y de aparcamiento ya que desde esta tarde queda prohibido estacionar en el itinerario que recorrerá la comitiva de Benedicto XVI. "Incluso están sellando las alcantarillas", comenta un joven estudiante en el parque de la Alameda, "pues como empiece a llover, imagínate el problema. Me parece un poco excesivo, sobre todo porque ya es casi misión imposible coger el coche en muchos puntos para ir a trabajar o a estudiar. Estoy deseando que llegue el domingo y todo esto haya acabado". Otros ciudadanos, sin embargo, pese a las molestias, asumen que se trata de una circunstancia excepcional que justifica las extraordinarias medidas de seguridad.

Escenario en Pladur para el Papa

Otra de las polémicas que animan las tertulias en la ciudad en la Plaza del Obradoiro es la controvertida estética del escenario gigante en la que Benedicto XVI oficiará la Misa el próximo sábado. Una mole de Pladur cerrada por tres de sus cuatro laterales para proteger al Papa y a las autoridades por si llueve y cuyo diseño, obra del arquitecto Iago Seara contrasta vivamente con las fachadas monumentales de la Plaza del Obradoiro. Este jueves había quien decía que es normal que Benedicto XVI tenga un escenario acorde al de conciertos de rock, mientras otros vecinos mostraban su sorpresa por el contraste con las joyas arquitectónicas del entorno. Eso sí, lo que nadie sabe a ciencia cierta es cuánto cuesta ese escenario en el que se trabaja a marchas forzadas para tenerlo listo. Ni el Ayuntamiento ni el Arzobispado han facilitado el coste.

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