Los embargos bajan un 14% en el segundo trimestre del año, por primera vez desde la crisis
Los juzgados tramitan al día una media de 460 casos.- Los analistas financieros atribuyen este descenso a la mayor fluidez del crédito y la mejora de la confianza en la economía
Madrid
Los juzgados tramitan al día una media de 460 casos.- Los analistas financieros atribuyen este descenso a la mayor fluidez del crédito y la mejora de la confianza en la economía
Por primera vez desde que estalló la crisis han bajado los embargos de viviendas, cuentas bancarias y otras propiedades. Según datos del Consejo General del Poder Judicial correspondientes al segundo trimestre de este año, estos procesos descendieron casi un 14 por ciento, con respecto al mismo periodo de 2009. Los expertos creen que esto demuestra que la economía doméstica se está recuperando, entre otros motivos, por la mayor circulación del crédito.
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Con el paro desbocado y la falta de liquidez en el mercado del ladrillo, las deudas se dispararon y los juzgados registraron un incremento significativo del volumen de estos asuntos. Si en 2008, la media diaria podía llegar a ser de 290 casos, entre marzo y junio de este año, los juzgados de primera instancia han tramitado un promedio de 460. Pero la diferencia es que en este último periodo, se ha roto con la escalada de procesos.
Para el Instituto de Analistas Financieros , este descenso se debe a que mejora la confianza en el mercado y fluye más el crédito. El experto Rafael Sarandeses apunta que los bancos están teniendo más facilidades en la financiación y eso se traslada al consumo.
Las ejecuciones hipotecarias también descendieron, en este caso un 12% con respecto al primer trimestre del año. Si se analiza en tasa interanual, siguen subiendo, un 3%, pero se modera después de aumentos de más del 50%.
Por su parte, la Organización de Consumidores y Usuarios, OCU, opina que hay menos deudores, no tanto por que se haya abierto el gripo a los préstamos, sino porque la economía doméstica se está recuperando.
No obstante, los analistas apelan a la prudencia, porque advierten de que si se producen nuevas tensiones en la banca, traerá consecuencias otra vez en la economía doméstica.