La visita del Papa no cumple las expectativas de los hosteleros
Los hosteleros sitúan la ocupación en Santiago en un 60% y aseguran que se produjeron "muchas anulaciones"
Los hosteleros de Santiago han situado las cifras oficiales de ocupación de sus establecimientos durante el fin de semana de la visita de Benedicto XVI a Santiago en un 60% y han asegurado que se produjeron "muchas anulaciones de última hora", lo que no permitió llegar al 80% que se planeaba.
El vicepresidente de la Asociación de Hostelería de Compostela, José Manuel Otero ha comparecido ante los medios para dar datos de la ocupación registrada durante el fin de semana del 5 y 6 de noviembre en Santiago.
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En concreto, José Manuel Otero ha situado en un 60% la ocupación final de los establecimientos compostelanos, aunque ha admitido que ha habido algunos hoteles y pensiones que han estado "casi llenos" durante la visita papal.
En lo relativo a la restauración, Otero ha recordado que "no había gente en las calles" y, especialmente, la situación estaba parada en la calle do Franco, que es "el barómetro de la ciudad". "Pensamos que iba a ser el maná, y no fue el caso", ha indicado Otero, quien ha señalado que la mercancía adquirida para aprovisionarse para el evento "ha quedado para el recuerdo".
Sorprendidos
Por su parte, el presidente de los hosteleros gallegos, José Antonio Liñares, se ha mostrado "sorprendido" ante el escenario que se vivió el sábado, que ha considerado el "peor" de los posibles y ha recordado que "no se cumplieron las expectativas".
"No es una queja, nosotros tenemos también parte de la culpa", ha asegurado José Antonio Liñares, que ha instado a los hosteleros ha hacer "autocrítica" y que "cada cual la haga en función de su responsabilidad".
En este sentido, Liñares ha afirmado que "a toro pasado" sólo queda "agradecer a las administraciones y al Arzobispado que pudiesen organizar la visita de una figura de primer orden a nivel mundial", como es el Papa, que ha "situado a Galicia en el mapa".
Consecuentemente, los hosteleros consideran la visita de Benedicto XVI en si misma como "positiva" ya que "empezó a dar réditos en el momento que se anunció" y provocará en futuros años, sobre todo de cara a la conmemoración del 800 aniversario de la consagración de la Catedral en 2011, que vengan "más turistas".
"Hay que tener visión de futuro y amplitud de miras", ha afirmado Liñares, que, sin embargo, ha explicado que en "beneficio directo" la visita del Papa no dio los resultados esperados.
Estos resultados han sido atribuidos por Liñares en primer lugar a la imagen que desde los medios de comunicación se ha dado de la ciudad, alegando que "estaba colapsada" por las reservas y que los precios en los hoteles eran "desorbitados". "Eso disuadió a los fieles de venir, y el turista que se habría acercado un fin de semana normal, no vino", ha indicado Liñares, al tiempo que ha añadido que esta carencia "no se compensó con el turista religioso".
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