Suu Kyi, libre tras siete años de arresto domiciliario
Suu Kyi, visiblemente emocionada, habló a los presentes en birmano durante unos diez minutos por encima de la verja de la casa, flanqueada por tres miembros de la Liga Nacional por la Democracia (LND), el partido que fundó en 1988 y que disolvió la Comisión Electoral este año.
Este viernes la junta militar firmó su liberación y un día después ha podido salir de su casa camino a la sede de su partido. Por el camino, centenares de seguidores la esperaban en las inmediaciones de su vivienda en Rangún y en cuanto la policía levantó el cerco, los controles y la alambrada de espino, se lanzaron a vitorearla y saludarla.
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Suu Kyi lleva 18 meses de arresto domiciliario por disidencia política, que se sumaban a otra condena de 15 años alternativos por críticas a la junta militar.
La premio Nobel de la paz ha estado en su domicilio todo este periodo de tiempo sin TV, teléfono o contacto alguno con el exterior.
Sus hijos los envió a Londres, donde viven con su padre, mientras ella ha abanderado la lucha pacífica por la libertad en la antigua Birmania, actual Miammar, pidiendo reiteradamente la celebración de elecciones libres y democráticas.
Su partido político en las elecciones del 91 consiguió el 23% de los representantes parlamentarios, pero la junta de los generales que dirige con mano de hierro este país.
"No me lo puedo creer, no me lo puedo creer", repetía entre lágrimas una birmana.
La "Dama", como es conocida entre sus partidarios, se despidió de los presentes después del discurso Después del discurso y cuando estos se marchaban, otros miles acudían a la casa desde distintos puntos de Rangún.
Sus seguidores llevaban esperando su puesta en libertad desde el viernes por la mañana, cuando la LND dijo que el régimen militar había firmado la orden para que saliese libre.
Pasadas las 17.00 hora local, tres vehículos entraron en la vivienda de Suu Kyi, en el número 54 de la Avenida de la Universidad. Unos quince minutos después, los coches abandonaron la vivienda y empezaron a precipitarse los acontecimientos.
En un momento determinado los policías abandonaron los dos controles instalados a ambos lados de la calle de la casa y minutos después apareció un agente y empezó a retirar la alambrada de espino.
Las personas congregadas no le dieron tiempo y se lanzaron a la casa de Suu Kyi para pedir su comparecencia, como finalmente ocurrió.
La Nobel de la Paz había dicho que no aceptaría de los generales birmanos ningún tipo de libertad condicional.
Hacia una "democracia disciplinada"
Su liberación se produce seis días después de que el régimen celebrase las primeras elecciones parlamentarias en dos décadas sin contar con la oposición, en el último punto de su "hoja de ruta" hacia una "democracia disciplinada".
El partido del primer ministro del país, Thein Sein, que este año con otros compañeros colgó el uniforme para convertirse en político, ya se ha atribuido la victoria con la mayoría absoluta en ambas cámaras del nuevo Parlamento bicameral de la nación. Birmania está gobernada por un régimen militar desde 1962.