Vivir con la insulina a cuestas... y con la calculadora
En España hay unos 5 millones de enfermos. Cuatro de cada cien ciudadanos la padecen, pero no lo saben
Aumentan los casos de diabetes. Según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud, 285 millones de personas sufren esta enfermedad y la previsión es alarmante / MARÍA MANJAVACAS / JUAN ANTONIO MERAYO
Madrid
Historias de tres pacientes que se sienten libres, aunque la enfermedad controle sus actos.- Contar los hidratos en cada comida, medir el nivel de azúcar en sangre, y regular la actividad física forman parte de su rutina diaria.
El plato caliente de macarrones ya está encima de la mesa y Alberto se dispone a comenzar el ritual. Saca un aparato, parecido a una calculadora, del que salen unos tubitos conectados a la cánula que lleva en el costado. Es la bomba de insulina. Y empieza a sumar. "Tres o cuatro raciones de hidratos, tanto de insulina, y le digo que me avise en dos horas". Quiere cerciorarse de que ha hecho bien los cálculos, y de que su nivel de azúcar no se va a disparar, o al contrario. Este 'trámite' forma parte de la rutina de Alberto, un madrileño de 27 años que lleva dos décadas conviviendo con la diabetes, una enfermedad silenciosa, pero que regula la vida del enfermo. "Afecta a casi todo, si tienes un resfriado, o estás estresado. Pero forma parte de ti, y si sabes controlarla, tu calidad de vida no tiene por qué verse mermada", explica. Este discurso lo repite una y otra vez a adolescentes que asisten a campamentos de verano que organiza la Asociación de Diabéticos de Madrid . La clave es anticiparse a los actos, para que la glucemia no dé sorpresas.
La diabetes afecta a aproximadamente cinco millones de personas en España, pero cuatro de cada cien ciudadanos que la padecen no lo saben. La mayoría de los casos se detecta en adultos y mayores, y se relaciona con la obesidad y la hipertensión. Pero también hay un tipo que aparece en la edad infantil y cuyo origen se desconoce. Es la diabetes que sufre Alejandro, un niño de 12 años con una madurez y disciplina que sorprenden por su edad. En su mochila lleva siempre zumo y galletas, por si se siente "débil" y se pincha insulina él solo, "porque duele menos" unas seis veces al día.
"Llevas una vida dictada, pero el lado positivo es que vas a tener una dieta sana y mejores hábitos que otros niños". Alejandro se ha aprendido la cantidad de hidratos de los alimentos, también su hermana de 10 años, y, por supuesto, sus padres, para quienes la diabetes marca la pauta diaria.
Controlar la enfermedad supone esfuerzo y tiempo. Y eso cansa. Lo dice Manuel, enfermero de 26 años que por culpa de la diabetes no pudo entrar en el Ejercético. "Va por fases, a veces te afecta más el fastidio de tener que estar contando los hidratos cada vez que comes. O pensando qué vas a hacer dentro de una hora, para saber cuánto de insulina vas a necesitar". Aún así, Manuel anima a los adolescentes a no distraerse ante la enfermedad, porque descuidarla pasa factura, puede generar complicaciones, como problemas renales, circulatorios e incluso, ceguera. Pero a Manuel le van los retos, hizo solo el Camino de Santiago, y no piensa doblegarse ante otras metas.
Manuel, Alberto y Alejandro han tenido sus sustos, alguna subida o bajada de azúcar, pero lo que les genera ansiedad es la palabra riesgo, saben que dependen de sí mismos, y un olvido puede causarles problemas.
Detectarla a tiempo evita complicaciones y reduce su impacto. La diabetes puede parecer invisible; los tres bebían mucha agua y orinaban mucho. Alberto era goloso, pero perdía peso:"Me gusta mucho comer, y cuando voy a bodas lo paso un poco mal. Pero no me privo de nada, si controlo, no tendré problemas".
Sobre los avances médicos, tanto Manuel como Alberto son prudentes, pero sobre todo les preocupa tener calidad de vida. De momento, intentan llevarse bien con una enfermedad crónica. Después de 20 años de convivencia, Alberto ya la considera parte de él: "Es automático, si tengo sed, bebo agua. Pues si como, me inyecto insulina".
- <a name="despiece1"></a>Enfermedad silenciosa
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