Agárralo como puedas

Nos pasamos una media de 23 años estudiando. Y cuando por fin nos decidimos a incorporarnos al mercado laboral nos encontramos con un panorama desolador: crisis, desempleo y sueldos de risa. ¡Que no cunda el desánimo! En A Vivir que son dos días os damos las claves para que no se os escape una oportunidad

Ante todo no te pongas barreras. Que te acabes de licenciar en derecho no significa que solo puedas trabajar en un bufete de abogados. Investiga e infórmate de todos los campos en los que encaja tu perfil. Y sé consciente del puesto al que puedes optar.

El primer escollo es, obviamente, la falta de experiencia. Algo que según Rosa García, vicepresidenta de Microsoft España, se puede salvar con "otras responsabilidades". Nos sirve cualquier actividad que hayamos realizado en una parroquia, una asociación, etc y que aporte a nuestra imagen capacidad de compromiso, trabajo en equipo o iniciativa.

Una vez creado nuestro perfil nos toca darnos a conocer. Y para eso Internet es una herramienta muy eficaz. Existen multitud de webs de trabajo y redes sociales que nos ponen al alcance de cualquier empresa que busque talentos. El empresario Carlos Barrabés aseguró, en una entrevista en A Vivir, que en un futuro no muy lejano se seleccionará a los empleados en función de las redes a las que pertenezcan y sus contactos. Pero... ¡Ojo! Es importante diferenciar entre redes sociales y profesionales. Tu futuro jefe puede llevarse una impresión equivocada si en lugar de tu perfil en Linkedin se encuentra, en Facebook, las fotos de tu última juerga...

Otra forma de utilizar la web es lo que se conoce como "hacer branding": crear una marca de sí mismo. A través de los post que publiques en tu blog, puedes darte a conocer como especialista en un tema concreto.

Y seguimos en red. A través de portales de trabajo como Infojobs puedes acceder a las demandas de empleo que más se adapten a tu perfil. Jaume Gurt, director general de Infojobs, aconseja que es recomendable que aparques los más generalistas a favor de otros más especializados y que se centren más en lo que buscas.

Y por último: la temida entrevista. Rosa García, curtida en estas lides, nos da unos trucos para que la última impresión sea la que cuente: Aunque sea un tópico, controla los nervios. Arréglate, entre la corbata y los vaqueros rotos hay un amplio abanico de posibilidades. No vayas acompañado. No mires el reloj y aunque sea lo que más te interesa... no incidas en el tema económico.

Y un último consejo: "Ten la maleta preparada"