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Policías y militares brasileños toman favelas "sin encontrar mayor resistencia" en una operación contra el narcotráfico

Los cerca de 2.600 policías y militares que controlan los accesos a las favelas del Complexo do Alemao, en Río de Janeiro, esta mañana han entrado en esa extensa barriada controlada por bandas de narcotraficantes

Algunos de los de 2.500 hombres de las policías Militar, Civil y Federal, así como del Ejército brasileño, que participaron en la operación para desalojar a los narcotraficantes escondidos en las favelas del Complexo do Alemao(EFE / FERNANDO BIZERRA JR)

Algunos de los de 2.500 hombres de las policías Militar, Civil y Federal, así como del Ejército brasileño, que participaron en la operación para desalojar a los narcotraficantes escondidos en las favelas del Complexo do Alemao

Policías y militares brasileños han tomado este domingo los principales puntos de las favelas del Complexo do Alemao, en Río de Janeiro, sin encontrar la resistencia armada que esperaban, según fuentes policiales.

"Vencimos. Trajimos la libertad a la población del Alemao", dijo a periodistas el comandante de la Policía Militar de Río de Janeiro, coronel Mario Sergio Duarte, al comentar la operación puesta en marcha en la mañana de hoy.

La operación, en la que participan unos 2.600 hombres de las policías Militar, Civil y Federal, así como del Ejército, apoyados por helicópteros militares y de blindados de la Armada, comenzó sobre las 08.00 hora local (10.00 GMT).

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"Sólo conquistamos el terreno"

Transcurrida una hora y media desde el comienzo de la operación, la tropa ocupaba, sin mayores dificultades, los lugares estratégicos de la intrincada red de favelas que se desparrama desde lo alto de un cerro en la zona norte de Río de Janeiro.

"No hubo la resistencia que esperábamos", agregó Duarte mientras en los barrios cercanos al complejo de favelas era posible escuchar todavía algunos tiroteos.

Según el jefe policial, lo que viene de ahora en adelante es una operación de "paciencia y mucho cuidado" para consolidar el control del área mediante la búsqueda de delincuentes "casa por casa" en esa inmensa barriada en la que habitan unas 400.000 personas.

Duarte agregó que las decenas de narcotraficantes que se habían hecho fuertes en las favelas del Alemao desde el pasado jueves "prefirieron huir" a enfrentarse a las fuerzas del orden, lo que, en su opinión, no significa que no estén preparando alguna reacción.

"Sólo conquistamos el terreno", explicó Duarte, quien subrayó que la tropa tiene por delante un intenso trabajo para consolidar el control del área.

Los policías y militares han detenido a más de una decena de personas y decomisado algunas armas y cantidades de marihuana y cocaína, según la Policía.

Hasta el momento, las autoridades no han informado sobre muertos o heridos en la operación que busca poner fin a la ola de violencia iniciada hace una semana por narcotraficantes del "Comando Vermelho" (Comando Rojo), que en un abierto desafío a las autoridades quemaron un centenar de vehículos en distintos barrios de Río de Janeiro y su área metropolitana.

La reacción policial dejó al menos 35 muertos la semana pasada y el jueves expulsó a las bandas armadas de la favela Vila Cruzeiro, uno de sus fortines en la ciudad. Los delincuentes que huyeron de Vila Cruzeiro se escondieron en el Complexo do Alemao, lo que llevó a la policía a cercar esa inmensa favela que finalmente fue tomada hoy con el apoyo de 800 hombres del Ejército.

Banderas para una conquista

Las banderas de Brasil y del estado de Río de Janeiro fueron izada sobre la torre de un teleférico en construcción en el Complexo do Alemao para simbolizar la toma de ese conjunto de favelas que hasta esta mañana eran dominadas por narcotraficantes.

Las banderas fueron izadas por los mismos policías que, apoyados por el Ejército, entraron esta mañana en la extensa barriada para expulsar a las bandas de delincuentes que durante décadas impusieron su poder en ese deprimido sector de la zona norte de Río de Janeiro.

"Es un acto simbólico, un primer paso", dijo a periodistas el delegado Rodrigo Oliveira, uno de los jefes policiales que participa en las operaciones.

Ascienden a 35 las muertes en Brasil

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