Excesivamente 'Biutiful'
Casi todas las críticas de la nueva película de Iñárritu señalan en la misma dirección, la historia no funciona por saturación del personaje principal
Hay unanimidad: Javier Bardem está por encima de la película del director Alejandro González Iñárritu, que ha pecado de excesivo. Se ha pasado con el tabasco emocional, hasta el punto de atontar las papilas emotivas del espectador, que queda saturado con tanto drama.
Javier Bardem pasea su rostro embotado de dolor por la Barcelona más horrenda. Su interpretación conmueve hasta la médula, pero el abuso de su presencia, que está en prácticamente todos los planos de los 148 minutos de la película, agota al espectador y te desconecta de la historia de este hombre acechado por la muerte y el miedo de dejar a sus hijos huérfanos.
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En las esquinas de la cámara de Iñárritu aparecen - con racanería- magníficos personajes secundarios y actores como Eduard Fernández y la senegalesa Diaryatou Daff. Las escenas domésticas con los niños también son de una ternura hipnótica y sin embargo, demasiado breves.
Dice Iñárritu que había quedado exhausto de las historias múltiples y cruzadas de 'Amores Perros', '21 Gramos' y 'Babel', y que por eso, necesitaba centrarse en un solo personaje en un solo escenario. Sin embargo, la inercia de sus anteriores argumentos múltiples le ha traicionado y 'Biutiful' asfixia por excesiva.
Sin embargo, no es una película prescindible. Tiene auténticos destellos que emocionan y arrastran. Tampoco me parece ni acertado ni justo decir que Bardem sea el único artífice de esta película. Alejandro González Iñárritu, con todos sus excesos, sigue siendo un cineasta que se arriesga y atina disparando al corazón de los miedos humanos.