El buen fútbol del Levante hurga en la herida del Atlético

El buen fútbol del Levante, que fue superior al Atlético de Madrid a lo largo de todo el encuentro , ha hurgado en la herida del equipo madrileño, que apenas tuvo opción de puntuar en Valencia ante un rival que hizo el partido que más le convenía y que lo encarriló muy pronto

Con un gol en cada tiempo, el conjunto valenciano manejó el encuentro con menos dificultades de las previstas ante un Atlético descentrado que apenas tuvo ocasiones y en el que sus jugadores clave apenas aparecieron.

Fue un cabezazo tras un rechace en un córner que no sólo puso por delante en el marcador a los valencianos, sino que, además, les permitió jugar como más les interesaba, a la contra y con espacios para sorprender a su rival.

El Levante supo tener el balón y fue capaz de llegar a la meta del Atlético de Madrid con frecuencia y con peligro, mientras que el conjunto madrileño apenas tuvo opciones para inquietar la portería del equipo local, pues sus centrocampistas no encontraban el hueco para dar el pase definitivo a Agüero o Forlán.

A la media de hora, el atlético Assunçao fue sustituido por Mario Suárez. Había visto una tarjeta y había hecho una entrada fuerte, en la que los jugadores locales pidieron la segunda cartulina.

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El espíritu de sacrificio, la lucha y el buen fútbol de los jugadores del Levante pudo con el Atlético en el conjunto del primer periodo, aunque la diferencia en el marcador, con el 1-0 al descanso, no reflejó la superioridad del equipo local.

Incluso pudo quedar en nada, pues Forlán tuvo la opción de empatar en la mejor ocasión de su equipo en tiempo de prolongación, pero Reina envió el balón a córner.

No cambió el encuentro en el inicio del segundo periodo. El Levante mandaba y al Atlético le faltaban recursos. Sólo algún destello de calidad podía dar opciones al equipo madrileño ante un rival rocoso y que, además, le superaba en lo futbolístico.

Un error garrafal del Atlético en el saque de una falta en el minuto 59 permitió que Juanlu recuperara el balón y se lo cediera a Caicedo para que éste, con maestría, pusiera el 2-0 en el marcador

El Levante se creció y ofreció buenos momentos de juego, con largas posesiones de balón ante un rival al que no le salía nada y que, además, daba muchas facilidades en defensa, lo que propiciaba algún contragolpe peligroso del equipo local.

El Atlético abrió las líneas y jugó más cerca de la portería rival, pero no creo verdadero peligro ante la meta de Reina, al tiempo que el Levante, con largas posesiones de balón, trataba de ralentizar el partido.

El Levante afrontó los últimos minutos con defensa de cinco y con el equipo madrileño volcado sobre su portería, pero sin sufrir un agobio excesivo y con una cierta facilidad para sacar el balón, por lo que el encuentro acabó sin novedades.