Ponga una hora en su vida

¿Conoce a alguien que no se queje de no tener tiempo para nada, que no vaya con prisas a todas partes? ¿Alguien a quien no le haga falta un día de 25 horas?

Conseguir esos minutos extra no es tan complicado como pudiera parecer. Lo único que debemos tener claro es para qué los queremos. La periodista y experta en gestión del tiempo, Aje Arruti, plantea este asunto en su libro La hora del tesoro y nos propone que lo importante no es ganar tiempo cronológico sino tiempo de calidad día a día.

Cualquier opción que elijamos es válida siempre que hagamos lo que realmente nos satisface. Pasarse una hora tumbado en el sofá sin hacer absolutamente nada, no es perder el tiempo. Llenarlo de mil actividades no significa necesariamente aprovecharlo.

Desde hace unos años han surgido varios movimientos e iniciativas que promueven poner freno a un estilo de vida excesivamente rápido y estresante. Todos queremos tener más éxito, ganar más, acaparar más... Y para ello creemos justificado alargar las jornadas laborales, eso sí, sin descuidar las obligaciones familiares y mantener mimados a los amigos. ¡Así no hay quién concilie!

El downshifting hace hincapié en encontrar un equilibrio entre el ocio y el trabajo, y centra los objetivos de la vida en la realización personal en lugar del consumismo y el éxito económico. El movimiento Slow va por el mismo camino: calmar las actividades humanas.

Vamos a la práctica. Según Rosa Estañ, coach personal y empresarial, malgastamos tiempo y energía porque "nos faltan objetivos, planificación, prioridades y visiones de conjunto" Y como principios básicos para gestionar bien el tiempo apunta:

- Planificar por adelantado.

- Hacer y seguir una lista de prioridades: tareas importantes y urgentes, tareas importantes, tareas urgentes y tareas minucia.

- Agrupar las tareas según las capacidades requeridas.

- Programar actividades de descanso.

- Prometer menos y cumplir más.

- Hacer un seguimiento de los procesos.

- Delegar todo lo que se pueda.

- Establecer parámetros para decir "no"

El tiempo es oro. Es uno de los bienes más valiosos que tenemos. José Saramago siempre decía que lo único que pedía era "...Tiempo, vida..."