La crisis política que atraviesa Costa de Marfil tras las disputadas elecciones presidenciales del mes pasado ha dejado a este país «al borde del genocidio», ha advertido este miércoles el nuevo embajador marfileño ante la ONU, Youssoufou Bamba. El presidente saliente, Laurent Gbagbo, se niega a entregar el poder a su rival Alassane Ouattara, al que tanto la ONU como Estados Unidos, la Unión Europea y la Unión Africana reconocen como ganador de las elecciones del 28 de noviembre. La violencia posterior a las elecciones, que se hizo particularmente virulenta a mediados de diciembre -cuando los partidarios de Ouattara intentaron ocupar la televisión estatal y se enfrentaron con las fuerzas de seguridad próximas a Gbagbo-, ha causado al menos 170 muertos, según datos de Naciones Unidas, que ha registrado homicidios, torturas, secuestros y otros abusos contra los Derechos Humanos. Cruz Roja anuncia que amplia sus actividades en Costa de Marfil Frente a la creciente violencia política en Costa de Marfil, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) anunció hoy que ampliará sus actividades relacionadas con las personas detenidas, los heridos, los desplazados internos y los refugiados en países vecinos. «Miles de personas temerosas de un deterioro de las condiciones de seguridad se han desplazado dentro del país, mientras que un número mayor se ha refugiado principalmente en Liberia y, en menor medida, en Guinea», señaló la institución. Más de 15.000 marfileños han huido desde Costa de Marfil hacia Liberia Entre 15.000 y 20.000 marfileños han huido a la vecina Liberia por temor a que el clima de tensión y violencia que vive el país desde las elecciones presidenciales del pasado 28 noviembre derive en una nueva guerra civil, según informó el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Los refugiados se están instalando en el condado de Nimba, en el este de Liberia. Las autoridades y ACNUR han registrado al menos 15.120 refugiados procedentes de las aldeas situadas entre Danané y Guiglo, en el este de Costa de Marfil, y se ha detectado la entrada de otros 4.000. La mayoría de los refugiados son mujeres y niños y el 62 por ciento son menores de 18 años. Entre los huidos hay tanto partidarios del candidato opositor Alassane Ouattara como del presidente saliente Laurent Gbagbo. Gbagbo se niega a entregar el poder a Ouattara, al que tanto la ONU como Estados Unidos, la Unión Europea y la Unión Africana han dado como ganador de las elecciones. El alto número de refugiados supone una carga añadida para las comunidades liberianas que los acogen. Las necesidades más urgentes, según ACNUR, son el agua potable, el techo y los alimentos, en una zona cuya población local ya sufre de por sí fuertes carencias. El ACNUR ha puesto en marcha material de urgencia para cubrir las necesidades de hasta 30.000 posibles refugiados. Aunque de momento no se ha constatado la huida de refugiados a otros países fronterizos de Costa de Marfil, la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja anunciaron este jueves que han iniciado una campaña de captación de donaciones con vistas a un posible éxodo a países como Burkina Faso, Malí y Ghana.