Zoo y partidos: animales y políticos en cautividad

Animales y políticos tienen comportamientos semejantes. Por eso ambos se aparean. Cuando hace años escuché esa frase en boca de Xavier Arzallus fui al zoológico y pasé alli varios días hablando con expertos. Conclusión: en el zoo y en la política se produce una degeneración debido a cosangunidad, transmisión de taras y desequilibrios psíquicos.

Aunque zoológicos y partidos permiten el conservacionismo de especies o valores en peligro de extinción también es cierto que el estrés de animales en cautividad y de políticos encerrados en las jaulas de las listas cerradas se detecta en ambos casos en posturas de sumisión. Un estudio comparado demuestra que los orangutanes suelen ser fieles al primer apareamientos en tanto que los políticos son, electoralmente, bígamos sin conciencia de culpa.

En las familias de caimanes solo el jefe de la camada tiene garantizado un lugar al sol. También en los partidos políticos, sujetos a una disciplina tan férrea como la de los caimanes, solo el líder tiene garantizado ese lugar al sol hasta que envejece y un político caimán más joven le destrona. Como todo político en fase electoral la orca es depredadora en libertad pero en cautividad, al igual que un partido sin mayoría absoluta, pacta con el delfín, que es su rival de siempre.

Los elefantes y políticos son agresivos en época de celo o de elecciones y leones, tigres, presidentes y secretarios generales suelen matar a sus crías o candidatos a sucederles. A veces los apareamientos acaban mal y en ocasiones el líder desahuciado por la manada o el partido se subleva y planta cara al nuevo líder. Es el caso de Alvarez Cascos. Un personaje que según mis notas personales no es tan malvado como ahora se le presenta.

¿Cómo lo ves tú?

Como el político que en el escenario representó el papel de pérfido y entre bambalinas no lo fue tanto. Que dirigió el partido con mano de hierro es un hecho. Por eso algunos le llamaban La Bestia. Eso sí, en voz baja y tras las oportunas posturas de sumisión. Todo partido necesita un hombre de hierro. Todos los que negociaron con Alvarez Cascos alabaron su seriedad en los compromisos. Fue desde los nacionalismos del País Vasco y Catalunya desde donde se hablaba mejor del Alvarez Cascos que aglutinó un gran poder. Es un hecho que mantuvo excelentes relaciones con la cúpula del PNV, al punto de provocar los celos de Mayor Oreja. Y es un hecho también que Pere Esteve, muchos años secretario general de CIU, le alababa. Me lo dijo personalmente: "De la gente del Partido Popular con la que traté fue con Alvarez Cascos con el que mantuve mejores relaciones. Es un hombre que nunca te hará una putada y que siempre sabías donde estaba. Saber donde estaba es algo que nunca supe de Rajoy". Ante la leña al mono apartado de la manada que le está cayendo encima me pregunté ¿estoy equivocado? He telefoneado a Gregorio Morán, asturiano, mente sutil, lobo estepario. Para Morán, que Alvarez Cascos sea ingeniero de canales, caminos y puertos ya merece respeto. Durante muchos años fue la carrera por antonomasia. Morán me ha definido al personaje como un tipo curioso, complicado, sexualmente fogoso, culto y, como buen asturiano, arrogante. Un animal político que nunca aspiró a ser el número uno, siempre apoyó a Aznar y nunca le gustó Rajoy, con el que tensó la cuerda con la convicción de que Rajoy se lo debe todo y no tiene por qué pedirle un favor. Añade Morán que al Jovellanos conservador lo ha entendido mejor Alvarez Cascos que el socialismo asturiano.

¿Puedo contar dos chistes?

El chiste de Elena Valenciano diciendo que en la visita del viceprimer ministro chino no se ha hablado de los derechos humanos en China porque ese tema forma parte del diálogo permanente entre el PSOE y el Partido Comunista Chino es muy divertido. Acoquinados deben estar los comunistas chinos ante la postura intransigente del PSOE sobre la materia. Me recuerda el chiste que me contó Vic Buckingham, excéntrico y culto entrenador inglés que tuvo el Barca. Explicaba que a Mao le informan de que Grecia les ha declarado la guerra. Cuando le explican que Grecia tiene siete millones de habitantes Mao pregunta a sus generales: ¿En que hotel se hospedan? ¿Qué hacemos con su deuda?, preguntarán los chinos si algún socialista se atreve preguntar por los derechos humanos.