En la mira de EEUU
Birgitta Jónsdóttir, de 43 años, es miembro del Parlamento islandés por el grupo El Movimiento
Pero no es por su filiación política por lo que el Departamento de Justicia de Estados Unidos ha requerido a Twitter sus últimos movimientos en la red social, sino por su apoyo confeso a Wikileaks y Assange, con quien ha colaborado en varias ocasiones
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"Acabo de recibir esto: Twitter ha recibido un requirimiento legal de información acerca de su cuenta de Twitter (en relación con Wikileaks)" . Así anunciaba Birgitta Jónsdóttir en su perfil la solicitud hecha por el Departamento de Justicia de Estados Unidos a la red social de todas las publicaciones de la parlamentaria, especialmente a partir del 1 de noviembre de 2009. Algo que no sorprende, pero que ha pillado por sorpresa a esta política activista finlandesa. "El Gobierno de Estados Unidos quiere conocer todo lo que he tuiteado [...] ¿Se dan cuenta de que soy miembro del Parlamento de Islandia?", se preguntaba poco después de recibir la notificación.
Jónsdóttir estuvo involucrada por esas fechas en la publicación del video en el que un helicóptero militar estadounidense disparaba a dos reporteros de Reuters en Irak. Y según los datos de que se disponen, precisamente fue a finales de ese mes cuando se produjo el primer contacto entre Bradley Manning, el principal sospechoso de las filtraciones, y Wikileaks.
La punta del iceberg
La islandesa advierte de que su caso no es más que la punta del iceberg y que la Administración norteamericana está tratando de presionarla a ella y al resto de internautas. "Creo que me están mandando un mensaje. Algo así como una voz respirando al otro lado del teléfono", ha dicho en su cuenta, en respuesta al mensaje de otro usuario. Estados Unidos ha solicitado a Twitter la información personal de otras personas vinculadas de algún modo a Wikileaks y estas, sin cargo público que las respalde, tendrán más dificultades para defenderse. Por eso quiere luchar hasta el final contra lo que considera una intromisión. Ahora se enfrenta un plazo de diez días para frenar por la vía legal los requerimientos de Estados Unidos, antes de que Twitter entregue los datos.
Birgitta Jónsdóttir ha asegurado que ya se ha puesto en contacto con el ministro de Justicia islandés, que está estudiando el caso, y que Twitter no accederá a la solicitud de Washington hasta dentro de 10 días. En ese margen de tiempo ella tratará de frenar el requerimiento por la vía judicial. Esto es lo que de momento está en sus planes, aunque tratará de hacerlo con cautela: "Necesito hablar con un abogado antes de compartir más información".
En la mira de EEUU
Lo que el Departamento de Justicia estadounidense quiere explorar son los vínculos de la islandesa con Wikileaks y su fundador Julian Assange, con el que ha colaborado en varias ocasiones. Su apoyo a la web de filtraciones no es algo que ella pretenda ocultar. En su perfil de Facebook se pueden ver fotos, de acceso público, tomadas en las protestas a favor de ese portal en Islandia, con caretas de V de Vendetta propias de Anonymous incluidas. Además, con fecha del 12 de diciembre, encontramos en su blog el siguiente alegato por la libertad de Assange (cuando este se encontraba detenido en Reino Unido):
"Pido la liberación de Julian bajo fianza a principios de la próxima semana - de lo contrario, será obvio que este caso personal en Suecia está siendo utilizado como una herramienta política contra la libertad de información. Apoyo totalmente los postulados de Wikileaks y respaldo también completamente a OpenLeaks y muchas más que están por venir".