Aire viciado

El fin de semana nos ha dejado uno de los episodios políticos más lamentable de los últimos tiempos. La agresión de dos descerebrados al consejero de Cultura del Gobierno de Murcia se ha convertido en tema de batalla política. Nadie ha sido capaz de quedarse en la condena de tan execrable acto, y a la tentación de lanzarse culpas han sucumbido todos, empezando por el PP.

De la agresión de Murcia solo hay dos responsables, sus autores, uno de los cuales ha sido detenido esta tarde, el resto es ruido que no contribuye en nada ni a la serenidad ni a la calma. Responsabilizar al PSOE de este acto brutal es una irresponsabilidad política de la altura de un campanario, y equiparar esta acusación a la agresión es también una tontería.

Es cierto que desde hace un tiempo cuando uno escucha a algunos políticos o sintoniza determinados canales de televisión se queda con la imagen de un país al borde de la guerra. Pero afortunadamente, cuando uno sale a la calle ve que el clima es otro, que los ciudadanos aún no han perdido la cabeza como han hecho ya algunos de sus representantes políticos o periodistas. Y estos que son fundamentales para mantener la calma se lanzan sin pudor por el terreno de la confrontación continua.

Es de esperar que la detención de los agresores y la investigación del suceso permita renovar este aire tan viciado y que tanto daño hace a la Democracia.