Un duelo caliente previo a la ansiada final

El Sevilla, vigente campeón de la Copa del Rey, es el último obstáculo antes de la ansiada final para el Real Madrid de José Mourinho, con el que el club ha vuelto a valorar una competición que no gana desde 1993

El partido de ida de las semifinales coperas llega caliente. El papel con el que el Real Madrid interpretó como errores arbitrales durante el duelo liguero que sacó Mourinho a rueda de prensa, y la campaña sevillista para llenar el estadio con un anuncio que ha levantado revuelo por su mensaje final en portugués, aumentan el ya de por sí ambiente especial que siempre rodea este encuentro.

El Sevilla FC está ilusionado en ratificarse como el gran especialista de Copa en los últimos años. Desde que en las semifinales de 2004 fueron apeados precisamente por el Real Madrid, ha jugado posteriormente, incluida ésta, otras cuatro semifinales, han llegado a dos finales y las dos las han ganado.

Los del técnico jiennense Gregorio Manzano, después de un más que discreto deambular por la Liga, en la que llegaron a acumular cinco derrotas consecutivas, parecen que han remontado el vuelo en las últimas semanas, en las que ha corrido paralelo el torneo de la regularidad con el copero.

Después de superar con bastante suficiencia las eliminatorias ante el Real Unión, Málaga y Villarreal, se encuentra ante el complicado reto de superar a uno de los dos poderosos del fútbol español. Para ello ayudará que por primera vez en toda la temporada la enfermería sevillista está casi vacía -sólo quedan el centrocampista italiano Tiberio Guarente y el delantero marfileño Arouna Koné- y que ya han superados sus problemas físicos jugadores de la valía del campeón del mundo Jesús Navas y del defensa Sergio Sánchez, este tras un año de baja por una cardiopatía.

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Manzano tendrá donde elegir, aunque se augura que la delantera estará formada por Luis Fabiano, autor de tres de los cuatro goles ante el Levante, y el malí Frederic Kanouté, quien parece vivir esta campaña una segunda juventud. El 'once' sevillista estará apoyado por una fiel afición que casi llenará el estadio.

Mourinho alineó a sus jugadores importantes desde el primer compromiso, ante un Segunda B como el Real Murcia. Eliminó posteriormente al Levante, con un 8-0 en la ida de cuartos, y ganó moral pero aumentó su desgaste en el siempre intenso 'derbi' madrileño frente al Atlético de Madrid.

Desde que precisamente se cruzó con el Sevilla en la semifinal del 2004, el Real Madrid nunca llegó tan lejos y protagonizó sonadas derrotas. La Copa, una vía clara para luchar por un título esta temporada, provoca incluso que Mourinho reservase a jugadores básicos en la última jornada liguera. Podrá mostrar en Sevilla su centro del campo titular y más descansado. Regresa Sami Khedira, recuperado de un fuerte golpe, y volverá el 'trivote' con Lass y Xabi Alonso, el timón del Real Madrid que demuestra que cuando no está baja el nivel del juego. Mesut Özil jugará de enganche. La defensa estará formada por Arbeloa, Sergio Ramos, Carvalho y Albiol. Y en ataque, Mourinho dará descanso al fatigado Di María. Jugará Cristiano Ronaldo y Benzema, que parece 'enchufado' tras su gol ante el Mallorca.

Mourinho, que siente que existe un doble reglamento para medir sus actos y el del resto de técnicos y que sus palabras siempre generan polémica, decidió no hablar en la previa. Su deseo es no calentar más el partido. Se reencuentra con Gregorio Manzano, el técnico que dijo que no conocía y que ahora tiene en su mano vengarse en una eliminatoria.