La estatua de Los Goya

¿Qué sería de los Goya sin su estatuilla? Como en toda gala que se precie, ella es protagonista categórica de la noche, por encima de trajes, alfombras o discursos. La de los Goya, en concreto, nació del diseño original del afamado escultor Miguel Berrocal. Hay que echar la vista 25 años atrás, cuando pesaba cerca de 15 kilos, ya que contenía un mecanismo interno que cuando se ponía en marcha activaba una cámara de cine de la cabeza de la figura. Precisamente por su peso, decidió cambiarse por un diseño de José Luis Fernández, un artesano de Torrejón de Ardoz.

Él y su familia dan forma al galardón más importante del cine español desde 1990. “Las únicas condiciones que me pusieron para crear la figura es que fuese un busto de Francisco de Goya, que no pesara mucho y que tuviera un tamaño no muy grande para que fuese fotogénico”, afirma José Luis.  Desde su taller se utiliza la técnica de la cera perdida, empleada en la Grecia clásica, cuyo resultado es una estatuilla de apenas 3 kilos, de gesto adusto, que conserva toda la esencia del autor de los fusilamientos del 3 de mayo.

Con los Goya no se aceptan devoluciones, ni mucho menos pedidos, a pesar de que llegan todos los años: “Después de la ceremonia me llaman particulares para comprarme uno. Yo siempre les digo lo mismo, que la única forma de conseguirlo es haciendo una película y siendo premiados”.  Pero tranquilidad a aquellos premiados despistados o desafortunados como Albert Solé que perdió en el 2009 la suya en la fiesta posterior a la entrega de premios del cine español. Todos los años se realizan 4 0 5 estatuillas de reserva.

AUDIO: La estatua de Los Goya (Por Lucía Taboada - Documentación SER)