30 años en la vanguardia del arte
Baum der Erkenntnis / tree of knowledge, 2010(ADN GALERÍA)
En el año 1982 IFEMA puso en marcha un ambicioso proyecto de las galerías españolas que lanzaba su incólume atención en la creación plástica contemporánea. Con el tiempo, ARCO arraigó, mucho, y este año, con 30 ya a sus espaldas, la Feria peninsular más influyente mantiene su firme pulso, luchando entre la austeridad que marca la crisis y la necesaria redimensionalización del sector. O lo que es lo mismo: más vocación internacional y menos riesgos. Eso dicta el mercado.
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La gran estrella este año es el arte emergente. 19 galerías conforman el espacio 'Opening', reservado a jóvenes establecimientos europeos, nuevas firmas con fuerte carga. En ellos prima la fotografía y la pintura y los temas giran en torno al yo creador, la crítica y la reflexión. Un buen ejemplo es el de la galería Crèvecoeur de París, abierta en 2008 en el barrio de Belleville, que indaga en la herencia cultural latinoamericana. A precios bajos, 'Opening' incita al coleccionismo primerizo.
Se une a los 117 stands de la sección general y las 39 de Arco 40. La vanguardia histórica, escasa, se entremezcla con multas de tráfico, bufandas de fútbol, esqueletos que danzan o pinturas metálicas de coches. En fotografía, menos obras de grandes y estridentes proporciones como en años anteriores, y el retorno a la apuesta segura del blanco y negro. Por ejemplo, las de Mapplethorpe, que se presentan en la Galería de Elvira González, uno de los artistas más omnipresentes en la feria. También hay fotografía histórica, un género a menudo rezagado en esta clase de eventos contemporáneos.
¿Menos afluencia de gente? Sí, pero no de ventas. Eso afirman en la Galería ADN de Barcelona que muestra el reivindicativo mensaje de Carlos Aires, uno de los españoles más representados. En sus paredes, "How Deep is Your Love", un corazón hecho a base de cuchillos de Albacete, grabados con títulos de baladas, que hacen referencia a la violencia de género.
Tampoco se nota un drástico descenso en coleccionistas públicos y privados. Por ejemplo, el Museo Reina Sofía de Madrid ya ha hecho públicos sus datos de compras de este año, una cifra de 680.260 euros, similar a la de ediciones anteriores. Este año el MNAC ha apostado más por el talento joven de artistas como Regina de Miguel o Carmen Nogueira.
¿Por qué Madrid?
En su perenne coyuntura de alternativa a otras citas internacionales, la Feria continúa atrayendo bolsillos foráneos. "Es una apuesta segura en la Península Ibérica. Sigue contando con mucho apoyo institucional y de coleccionistas, además de público muy joven", afirma Mario Mauroner, galerista de la vienesa MAM.
Entre el bullicio nacional, se mezcla la invitada en esta edición, Rusia, que ya no ocupa un emplazamiento específico. Y es que en aspecto físico ARCO 2011 es mucho más cómoda y flexible que en ediciones anteriores, ya que solo dispone de dos pabellones, los 8 y 10 del Parque ferial Juan Carlos I. La limpieza estructural invita a la interacción con comisarios o representantes de museos; a la búsqueda de la excelencia en cualquier propuesta, consolidada o emergente. Invita a descubrir.
Aún sí, si buscan la "Gioconda" de turno, la encontrarán en la galería Marlborough, que exhibe "Madrid desde Torres Blancas" de Antonio López. O, a la par en valor económico, en un lienzo de Lucio Fontana, expuesto en la galería Elvira Gónzalez. También podrán toparse con un imponente Wolfgang Tillmans de seis metros de ancho, en Juana de Aizpuru, o una pieza de Jacques Lipchitz, expuesta en Marlborough, cuya cotización ronda los 580.000 euros.
Perderse en la maraña creativa resulta fácil. Es por ello que otra de las novedades de este año es el First Collector, un servicio de asesoría de inversión en arte a personas aficionadas. Y si con dos pabellones de propuestas no han tenido suficiente, Madrid ofrece una miríada de ferias satélite: JustMad, Art Madrid, MadridDeArte y Flecha. Arte a borbotones.
