Cuando Ford, Kissinger y Mao hablaron de España, la muerte de Franco y el PCE
Situar a España "a salvo de Moscú" durante la transición era crucial para EE UU
El memorando de la conversación entre Ford, Kissinger y Mao sobre España, conservado inicialmente en el Departamento de Estado norteamericano, fue desclasificado en 2000 y se encuentra actualmente archivado en el National Security Archive, una organización dependiente de la Universidad George Washington.
2 Diciembre de 1975. Franco ha sido ya enterrado en el Valle de los caídos y Rey Don Juan Carlos lleva apenas 10 días de reinado. En Pekín, el presidente americano Gerald Ford, de viaje oficial a China, se entrevista con Mao Tse Tung en su residencia del complejo de la ciudad prohibida.
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"La Unión Soviética está tratando de explotar las debilidades europeas con fines expansionistas y nos preocupa mucho la situación en España", confiesa Ford a Mao. Y es que aunque ambos líderes estaban en las antípodas en términos ideológicos, compartían un común rechazo a la política expansiva de Moscú.
El memorando de esa conversación, conservado inicialmente en el Departamento de Estado norteamericano, fue desclasificado en el año 2000 y se encuentra actualmente archivado en el National Security Archive, una organización dependiente de la Universidad George Washington.
La conversación entre los dos mandatarios revela hasta que punto los partidos comunistas europeos y la influencia de Moscú en la zona obsesionaban a una administración estadounidense que asistía incómoda al auge del comunismo en Francia, Italia y sobre todo, Portugal.
"Apoyamos al Rey (de España) y esperamos -aseguró Ford a Mao- que sea capaz de manejar los elementos que amenazan su régimen. Trabajaremos con él para tratar de que tenga el necesario control de la situación durante este periodo de transición".
Mao: "Ustedes no condenaron nunca a Franco"
Prácticamente las dos horas que duró la reunión entre ambos mandatarios, giraron en torno a la amenaza del "avance" soviético en Europa.
El presidente americano relató a Mao los "intensos esfuerzos" realizados por su país para que España entrase en la OTAN. Esfuerzos que según el propio Ford se habían hecho "incluso durante la dictadura de Franco" por lo que "ahora con un nuevo Rey España es más aceptable".
Es entonces cuando Mao (desgraciadamente la transcripción no revela el tono con el que fueron pronunciadas las palabras) recuerda a Ford: "En el pasado ustedes no condenaron a Franco". Ford contesta: "No, y apoyamos al nuevo Rey (de España) porque el ombligo de la zona mediterránea de Europa Occidental tiene que ser fuerte... y habrá de ser reforzado para frenar cualquier intento expansionista de la URSS".
También Mao opinó en aquella reunión sobre lo que sería un futuro deseable para España. "Sería bueno que entrara en el mercado común. ¿Por qué no la acepta la Comunidad Económica Europea?" Interviene entonces Henry Kissinger, secretario de Estado norteamericano, afirmando que los pasos dados por España en esa dirección, no son considerados "suficientes" por los europeos y sugiriendo que nadie en Europa consideraba que España estuviese madura para ello.
Un año después de esta reunión el presidente Gerald Ford fue derrotado en las presidenciales por el demócrata Jimmy Carter. Para cuando los republicanos llegaron de nuevo al poder, el Partido Comunista español ya había concurrido a las elecciones. Ronald Regan llegó a la Casa Blanca el 20 de enero de 1981.Un mes después tenía lugar el golpe frustrado de Tejero.
Mariela Rubio
Redactora de la sección de Política. Cubre la información del Partido Popular. Anteriormente fue redactora...