Anelka deja al Chelsea con pie y medio en cuartos
El Chelsea pudo haber cerrado la eliminatoria en la primera parte, que dominó con solvencia y en la que acumuló no menos de media docena de ocasiones, pero se estrelló contra Wiland, el mejor de largo del equipo danés
Dos goles de Nicolás Anelka dejaron prácticamente sentenciado el pase a cuartos del Chelsea, que fue claramente superior a un Copenhague que no jugaba un partido oficial desde diciembre y plantó menos batalla de lo esperado
La velocidad de Fernando Torres, que dejó a Drogba en el banquillo, causó muchos problemas al Copenhague, pero al delantero español le faltó concretar en dos mano a mano, salvados por Wiland y por Antonsson.
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La mayoría de las ocasiones del equipo de Ancelotti llegaron al contraataque, aprovechando los numerosos errores del Copenhague y el hueco dejado por las subidas del lateral derecho Pospech. De un fallo tremendo de Groenkjaer en un pase aparentemente sin problemas llegó el 0-1: con mucho espacio por delante, Anelka regateó a un defensa y definió con frialdad frente a Wiland.
Con el tanto, el Chelsea, al que le salió bien jugar con un 4-4-2, dio un paso atrás y acentuó su tendencia a la contra, amenazando continuamente a un rival decepcionante. El Copenhague acusó los dos meses de inactividad por el parón invernal de la liga danesa y se pareció poco al conjunto que en noviembre plantó cara al Barcelona y le arrancó un merecido empate en este mismo estadio.
El campeón danés no tuvo la agresividad y el empuje físico de entonces y acusó, además, tener a demasiados jugadores fuera de foco: apenas el costarricense Bolaños y N''Doye mantuvieron el nivel, pero no fue suficiente para aprovechar los huecos que dejaba el Chelsea, que también cometió alguna que otra imprecisión.
El primer tiro a puerta del Copenhague llegó en el minuto 46, obra del recién salido Vingaard, con el que su equipo recuperó su habitual 4-4-1-1 en Liga de Campeones.
Pero justo cuando el equipo danés parecía encontrarse a sí mismo poco a poco, apareció Anelka para dar un mazazo tras un pase de Lampard y despertar a la hinchada inglesa, contagiada del gélido ambiente del Parken, donde los termómetros marcaban -5 grados.
Torres pudo matar el partido poco después, pero su gran jugada, incluido un recorte seco que sentó a dos defensas, se encontró con una gran mano de Wiland. El Copenhague lo seguía intentando con más corazón que otra cosa, pero sus acercamientos se estrellaban contra un seguro Cech, mientras Torres, que jugó un buen partido, seguía aplazando su estreno como goleador con el Chelsea en otro mano a mano.
Entre los intentos voluntariosos del Copenhague y las contras amenazantes del Chelsea se fue apagando un partido que salvo un improbable milagro del conjunto danés dejó todo sentenciado.