Las noches más negras del barcelonismo en Europa
Un repaso a los principales disgustos del club azulgrana en las cometiciones europeas desde 'la final de los postes' a la eliminación ante el Inter de Mourinho, pasando por las finales de la Liga de Campeones ante el Steaua y el Milan
Es todavía recordada como 'la final de los postes'. Las porterías del estadio Wankdorf en Berna se convirtieron en el jugador número 12 del mejor Benfica de la historia. Era el año 1961 y comenzaba la lista de decepciones en Europa que asolaría al Fútbol Club Barcelona durante décadas.
La efímera alegría barcelonista de aquella primera final blaugrana en una competición continental, apenas duraba unos minutos. Con 3-2 en el marcador terminaba el encuentro con Orizaola, entrenador barcelonista, exclamando entre lágrimas "¡Somos los campeones... de la desgracia!".
Habría que esperar hasta 1986, para disputar la segunda final y vivir otra de las grandes desilusiones del barcelonismo en competición continental. La final en Sevilla ante un menor Steaua se presumía un paseo de los culés. Lejos de toda lógica, el encuentro terminó en 0-0, con una actuación soberbia de Hekmuth Duckadam, que paró cuatro penaltis en la tanda del desempate. Desde el club definían la aciaga noche sevillana como una tragedia.
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El peor revés del Dream Team de Johan Cruyff
Pero quizá el palo más duro del equipo blaugrana fue la final de Atenas del año 1994. En el prólogo del encuentro resonaban las palabras de Johan Cruyff, director de orquesta de aquel Dream Team de ensueño: "Salid y disfrutad". Lejos de exprimir la máxima, el Milán de Fabio Capello endosó un 4-0 a los culés, el resultado más contundente en una final de la recién renombrada Champions League. Y el Dream Team vio cómo se cerraba un ciclo de supremacía a sus espaldas.
Al margen de las finales, el barcelonismo ha vivido eliminaciones dolorosas en fases previas, como las temporadas 1997-1998, 1998-1999 o 2000-2001 en la que los culés ni siquiera lograron superar la primera liguilla. O aquellas semifinales de 1999 ante el Valencia, que dejaban KO al equipo de Louis van Gaal. Significó el fin de otra era, ya que tanto el entrenador holandés como el presidente Josep Lluís Núñez, pusieron fin a su etapa en el club, mientras que Luis Figo se marchaba a su más acérrimo rival, el Real Madrid.
Soberano Zinedine Zidane
En el camino hacia la final también apareció el club blanco. En la temporada 2001-2002 el Real Madrid fue verdugo en semifinales. En la ida con un Barça superior, apareció el soberano recital de Zidane que endosó un 0-2 en el Camp Nou que dejaba la vuelta hipotecada. En el Bernabeu bastó con un zurdazo de Raúl, entre momentos de desasosiego. No era la primera vez que la Champions vivía uno de esos épicos derbis. Ya en la temporada 1959-1960 el equipo capitaneado por Di Stéfano dejaba fuera en semifinales al Barça de Kubala.
La temporada pasada, el Barcelona, que se presentaba como campeón, se topó en semifinales el Inter de Mourinho, aquel antiguo conocido de la casa barcelonista, intérprete en el club de la mano de Bobby Robson. En una lección táctica, el cerrojo italiano apeó al Barça de la soñada final del 22 de mayo en el Santiago Bernabéu. Se engrosó también la antipatía de las gradas hacia Mourinho, que alzaba provocador el dedo de la victoria tras el encuentro.
Este martes espera el Arsenal tras el 2-1 cosechado en Londres. El partido podría ser la piedra angular de la gloria europea -resistida por años a los gunners-, la confirmación del superlativo juego de los culés en el viejo continente, u otra ceniza noche del barcelonismo en Europa.