El Ministerio de Defensa y la cúpula militar han celebrado este miércoles el X aniversario de la supresión del servicio militar obligatorio, un sistema de reclutamiento que sostuvo al Ejército desde 1770 y que suprimió el Gobierno de José María Aznar. Emilio Butragueño y Cándido Méndez han revelado este miércoles anécdotas y «buenos recuerdos» de su mili, en el acto de celebración el X aniversario de la supresión del servicio militar obligatorio, que ha contado con la ministra de Defensa, Carme Chacón, y la cúpula militar al completo, y la ausencia del entonces ministro Federico Trillo. El acto, celebrado en el cuartel de Artillería Antiaérea «Capitán Guiloche» de Fuencarral (Madrid), se ha convertido más en un homenaje al servicio militar que la celebración de su supresión como sistema de reclutamiento que sostuvo al Ejército desde 1770 y que concluyó bajo el Gobierno de José María Aznar, hace hoy diez años. Entre los asistentes al acto han estado el exministro de Defensa, Eduardo Serra, los jefes de Estado Mayor de los tres Ejércitos, encabezados por el Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), general José Julio Rodríguez, el director del CNI, Félix Sanz Roldán, y el secretario de Estado de Defensa, Constantino Méndez. Los portavoces de Defensa de los grupos parlamentarios del PP, Beatriz Rodríguez-Salmones, y del PSOE, Jesús Cuadrado, han participado en el homenaje, al que también ha acudido el exbaloncestista Alfonso Reyes. Trillo, ausente Sin embargo, no ha estado Federico Trillo, ministro que ocupaba la cartera de Defensa hoy hace diez años. Desde el Ministerio de Defensa se señala que al acto no ha sido invitado ningún exministro de Defensa de los últimos diez años y sí a Eduardo Serra como representación institucional y promotor de la desaparición de la mili. Sin embargo, Defensa indica que ha invitado a Trillo esta mañana después de recibir una llamada de su secretaria interesándose por el acto. Al margen de la polémica, el primero en tomar la palabra ha sido el exfutbolista Emilio Butragueño, quien ha confesado que sin la ayuda y los favores de un brigada del economato del Ejército del Aire donde hacía la mili «no hubiera podido llegar a ser jugador profesional». Ha recordado que compatibilizar el servicio militar y el fútbol fue «difícil» y le causó «algunos problemas», y ha reconocido que guarda «muy buenos recuerdos» de «una etapa muy instructiva». Tras afirmar que la supresión de la mili fue una decisión «muy acertada» porque la defensa nacional precisa de profesionales, Butragueño ha destacado que tiene un «enorme respeto» por el Ejército, porque defiende valores que comparte como el honor, la lealtad y la honradez. Por su parte, el líder de UGT, Cándido Méndez, ha confesado que tiene «buen recuerdo» de su servicio militar, realizado en 1973 en una compañía de operaciones especiales en Ronda (Málaga). Tras reconocerse como uno de esos que «en las sobremesas termina hablando de la mili», Méndez ha dicho que fue una etapa «dura», en la que llegó a ejercer como maestro y aprendió a esquiar. Ha revelado que aconsejó a su hijo que cumpliera el servicio militar aunque finalmente no lo hizo porque se libró por la vista. En su opinión, el ejército profesional es un reto para la sociedad y un Estado democrático y de bienestar se defiende a través de la Defensa. El líder de UGT ha manifestado sentirse «orgulloso» del Ejército y también ha elogiado su participación en misiones internacionales, al señalar que la democracia se defiende también a miles de kilómetros. Por su parte, Eduardo Serra, quien puso en marcha la supresión de la mili en 1999, que finalmente se materializó el 9 de marzo de 2001, con Trillo en la cartera de Defensa, ha destacado que la desaparición del servicio militar fue un reto y las Fuerzas Armadas lo asumieron y lo han cumplido con éxito. Por su parte, Carme Chacón ha evocado los tiempos de la mili al recordar a su padre, que se despierta en medio de un sueño con la creencia de que «le quedan dos meses en Cerro Muriano», o las despedidas en Barcelona a sus amigos cuando se incorporaban al cuartel cada fin de semana. La ministra ha resaltado que «hablar de suspensión es hablar de diez años de profesionalización» de las Fuerzas Armadas, «un camino difícil pero lleno de éxito, que les ha valido ser la institución más valorada por los españoles».