Las famosas y las adolescentes, entre los "grupos de riesgo" ante la cirugía estética

Las estrellas de cine o televisión, las modelos y las presentadoras son profesiones que constituyen "verdaderos grupos de riesgo" ante la cirugía estética. Pero hay también ciclos vitales muy vulnerables a la presión de los cañones y a este tipo de tratamientos como son la adolescencia, las mujeres después del embarazo y el envejecimiento. Estas conclusiones salen de un informe se ha elaborado a partir de entrevistas realizadas a varias mujeres que se han operado y también a otros grupos que no se sometieron a esta medicina.

El estudio alerta además de la aparición de un nuevo fenómeno preocupante y perjudicial para la salud: la adicción al quirófano. Se han detectado casos de "dismorfofobia". Se trata de "mujeres obsesionadas con la belleza o con pequeños defectos físicos. Ninguna operación quirúrgica las deja satisfechas con su cuerpo ni les soluciona este trastorno, por lo que entran una y otra vez en el quirófano".

Entre las conclusiones destaca también la mirada crítica que hace sobre la publicidad. Las operaciones de cirugía se han convertido en una práctica banal y se llega a considerar como natural una imagen lograda mediante artificios. Los mensajes publicitarios son "engañosos, prometen milagros irrealizables e inmediatos y generan automáticamente la confusión entre belleza y salud". En este apartado, el informe señala que la publicidad que hacen los "famosos" de sus intervenciones producen un "efecto negativo" en la autovaloración de las mujeres.

El estudio también analiza los efectos de las redes sociales y de Internet. Facebook y Tuenti se convierten en vehículos para la publicidad directa de estas intervenciones y se crea el "club de las guapas" con las fotografías que se cuelgan manipuladas en estas redes sociales.

El estudio contiene también recomendaciones dirigidas a las usuarias y a los profesionales de cirugía plástica, estética y reparadora: buscar y dar respectivamente toda la información posible acerca de la intervención. Llama la atención a los profesionales porque no siempre se informa a las mujeres de que muchos tratamientos estéticos y operaciones requieren un seguimiento y unos cuidados prolongados. Algunos de ellos han de ser repetidos al cabo de unos meses porque sus efectos no son duraderos como es el caso de la toxina botulínica o el ácido hialurónico. Y cita otra referencia importantísima: las usuarias deben saber también que las prótesis mamarias han de ser reemplazadas al cabo de unos años.