Suárez Illana: "Mi padre está en su mundo, un mundo no real, pero un mundo amable"

Adolfo Suárez Illana, quien empieza una nueva etapa profesional en el bufete "Ramón Hermosilla & Gutiérrez de la Roza" para liderar la internacionalización de la firma, ha recordado la figura de su padre treinta años después del golpe de Estado del 23 F.

"Cuando salga de esta entrevista, iré a verle y me recibirá como si no me hubiera visto nunca pero con una sonrisa y con cariño", así habla Adolfo Suárez Illana de la figura de su padre, un hombre que "fue creciendo, capaz de crear un clima de concordia, que respetó al adversario, que identificó los temas en los que los españoles debíamos estar de acuerdo".

Adolfo Suárez Illana sigue yendo a visitar a su padre cada tarde, dice que el primer presidente de la democracia española está "razonablemente bien, en su mundo, un mundo que quizá no es real pero un mundo amable, en el que no sufre; el alzhéimer va avanzando, pero sigue siendo agradable estar con él". A pesar de la enfermedad que sufre su padre, de las muertes de su hermana Máriam y de su madre, Amparo Illana, ambas fruto del cáncer, Suárez Illana siente que su familia es afortunada, "todas las familias tienen estos problemas y nosotros somos privilegiados porque podemos tratar estas enfermedades, podemos apoyarnos en los momentos difíciles".

Olvidar el 23 F

Suárez Illana cree que hay que olvidar la fecha del 23 F, que no hay nada que celebrar ni conmemorar ese día, un día en el que su padre dio una "lección magistral" pero que fue "una de las fechas más tristes de nuestra historia de la democracia". "Arrepentidos los quiere dios", así se refiere Suárez Illana a los adversarios a los que se tuvo que enfrentar su padre que ahora, 30 años más tarde, le alaban. Suárez Illana diferencia a "dos Carrillos": "el de la guerra, del que no quiero acordarme y el de la transición, con el que tengo una amistad y una buena relación, un personaje al que todos debemos gratitud por su actuación durante la transición, el legitimador fundamental de la izquierda en la transición".

¿Y sobre los misterios que rodean la figura política de Adolfo Suárez? Su hijo cree que no quedan, que somos los españoles los que estamos obsesionados buscando lo que hay detrás del escaparate y no vemos lo que hay delante, "quizá no somos capaces de conectar datos pero no hay secretos, todo está delante de nuestras narices".