Un práctico Villarreal minimiza el poderío alemán y se planta en cuartos
El Villarreal accedió a los cuartos de final de la Liga Europa, tras firmar un partido práctico ante el Bayer Leverkusen, que le permitió no sólo mantener la renta conseguida en Alemania (2-3) sino ampliar su ventaja al imponerse por 2-1 en la vuelta
Juan Carlos Garrido renunció al habitual estilo de juego de su equipo y plantó dos centrocampistas de corte defensivo, con Carlos Marchena y Bruno Soriano, para taponar la zona de creación germana
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El Villarreal perdió posesión pero ganó en contención y en verticalidad. La velocidad de Rossi y Cazorla ponía en jaque a la zaga del Bayer, mientras que Borja Valero, pese a partir desde el interior diestro, abarcaba mucho campo y se erigía en el cerebro de su equipo. Al cuarto de hora Rossi pudo inaugurar el marcador tras plantarse solo ante Adler pero su disparo cruzado salió junto a la cepa del poste. El italiano, en un gran estado de forma, se la liaba una y otra vez a la defensa alemana, bien secundado por las peligrosas diagonales de Cazorla.
Precisamente de la asociación de estos dos jugadores llegó el primer gol. El internacional español, tras una buena jugada personal, recibió una sutil pared del neoyorquino y tras romper el fuera de juego batió al meta alemán para poner la eliminatoria aún más franca para el conjunto español, ya que obligaba al Bayer a marcar tres goles. Los pupilos de Jupp Heynckes a base de empuje trataban de llegar con peligro, pero la única vía que le permitió el Villarreal fue la del disparo desde fuera del área, un recurso que no puso en apuros a Diego López, a excepción de un lejano libre directo lanzado por el brasileño Renato Augusto que obligó a lucirse al portero gallego en el último minuto del primer tiempo.
En la reanudación, el técnico alemán echó mano de la veteranía de Ballack para tratar de comandar una remontada que se antojaba imposible. El Bayer salió a por todas y el partido entró en una dinámica que permitía al Villarreal sentenciar definitivamente la eliminatoria al contragolpe. Se veía venir y fue, como no podía ser de otra forma, Rossi el encargado de marcar el 2-0 y certificar el pase a los cuartos de final cuando todavía restaba media hora de partido.
El Bayer no bajo los brazos y siguió empujando, aunque el premio a su constancia no llegó hasta los minutos finales, cuando el suizo Derdiyok acortó distancias sin apenas tiempo ya para que los germanos pudieron pensar en empresas mayores.