Internacional

La mujer libia que denunció haber sido violada por las tropas de Gadafi sigue desaparecida

La madre de Eman al-Obeidy ha hablado ante la prensa para defender a su hija

Un grupo de mujeres protesta contra la violación de Eman al-Obeidy(EFE)

El lunes un portavoz del Ejecutivo libio anunciaba la liberación de la abogada e insistía en que se encontraba con su familia, algo que su madre desmiente días después y reconoce que su hija sigue encarcelada.

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El pasado sábado una mujer libia de 29 años entraba en el hotel de la prensa internacional en Trípoli llorando desesperada explicando a los periodistas presentes que había sido violada por 15 milicianos leales a Gadafi. La desgarradora historia de esta joven abogada no quedaría ahí. Trabajadores del hotel y seguidores del mandatario libio redujeron a la chica al grito de traidora, golpearon a la prensa que intentó defender a la mujer y finalmente la introdujeron en un coche blanco y desapareció.

La maquinaria propagandística de Gadafi se lanzó a ensuciar la reputación de Eman al-Obeidy, abogada de profesión que fue acusada de prostituta, de indecencia, de ser mentalmente inestable y de tener problemas con la bebida. Las imágenes grabadas por la prensa presente en el hotel dieron la vuelta al mundo y la denuncia de violación de Eman al-Obeidy quedó en el aire, nadie podía probar la denuncia de la mujer, tampoco se podía probar lo contrario. Lo que parece claro es que esta abogada no parecía tener ningún problema psicológico. Días después las fuerzas de Gadafi anunciaban que la chica había sido liberada.

El pasado miércoles la cadena estadounidense CNN localizaba a la familia Eman al-Obeidy y hablaban con su madre. Aisha Ahmad reconocía ante la cámara que había recibido una oferta monetaria para que su hija cambiase la versión de la historia que contó a la prensa, dijo que no. Aisha ya no teme al gobernante libio, se atreve incluso a amenazarle ante las cámaras. "Si viera su cara lo estrangularía", apuntaba la madre de la abogada que apoya la versión de su hija en un país donde la violación es vista como un desprestigio familiar.

El lunes el portavoz del Ejecutivo libio reconocía que la mujer no había cometido ninguna ofensa y que había sido liberada. Mousa Ibrahim se negó a hacer comentarios al respecto y ofreció a la prensa entrevistar a la mujer para comprobar que "está bien, libre y con su familia". La propia Eman al-Obeidy decía a la prensa mientras era expulsaba del hotel de la prensa internacional, "Si no me ven mañana, se acabó". A pesar de la insistencia del régimen, Eman al-Obeidy no está con su familia ni disponible para la prensa.

El portavoz del gobierno libio, preguntado por la situación de la mujer, ha dicho no tener los detalles concretos de su paradero, pero que van a preparar un encuentro el sábado entre ella y dos mujeres periodistas de la prensa extranjera y que cree está en un hogar para personas que han sufrido abusos sexuales. Varios organismos han dicho tener sospechas de que en realidad está detenida.