¿Por qué no cuaja Jake Gyllenhaal?

Esta semana Jake Gyllenhaal estrena 'Código Fuente', la segunda película del director Duncan Jones tras el éxito de 'Moon'. En ella interpreta a un militar americano que lleva a cabo una misión de pesadilla. Pero, hay una pregunta que su agente se debe hacer: ¿Por qué este chico no se convierte en el nuevo Di Caprio?

El director Duncan Jones y él comparten la experiencia de ser hijos de famosos. Jones es el vástago de David Bowie y Jake Gyllenhaal se crió en Hollywood, su padre es el director Stephen Gyllenhaal, íntimo amigo de Paul Newman. De hecho, Newman fue su padrino y le enseñó a conducir, y Jamie Lee Curtis es su madrina.

Es decir, que está curtido en el mundo de la farándula y sabe los peligros de aceptar papeles de ídolo de sexy de quinceañeras: "Sólo acepto que me hagan crecer como actor y como persona". Eso le ha alejado de las carpetas de las colegialas, solapas por las que han pasado colegas suyos como Brad Pitt y Jonhy Depp. Quizá sea un incómodo peaje que Gyllenhaal no ha querido pagar.

Su primer acierto lo dio con 'Donnie Darko' (2001) en un papel de adolescente psicópata, y en 2005 fue candidato al Oscar por su interpretación de vaquero enamorado de Heath Ledger en 'Brokeback Mountain'. Luego ha encadenado trabajos con los directores más prestigiosos de Hollywood como Sam Mendes con 'Jarhead' (2005) y David Fincher en 'Zodiac' (2007).

Algo debió cambiar en su estrategia, ya que en los últimos tiempos le hemos visto con el pecho al aire en 'Príncipe de Persia' (2010) y casi desnudo en 'Amor y otras drogas' (2010). ¿Es esto un acercamiento a la carpeta de la colegiala o al salvapantallas de su madre? Es difícil saberlo.

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La semana pasada en Madrid, cuando vino a presentar 'Código Fuente' insistió en que se toma la interpretación muy en serio, y que cuando empieza a trabajar un personaje se mete en su vida de tal manera "que incluso me imagino su desayuno y empiezo el día con un donut y un café, que pienso que él tomaría". De cerca resulta tan imponente y tierno como en la pantalla. La cuestión está en que todavía, y a pesar de sus esfuerzos, es un actor guapo con un apellido imposible de pronunciar.